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Culturas

De la Bienal de Venecia al IVAM

Bernardí Roig busca «la soledad» del visitante con sus figuras transgresoras

C. VELASCO

Viernes, 27 de noviembre 2009, 01:56

La última exposición del Institut Valencià d'Art Modern (IVAM) no es aconsejable para el público que tiene dudas sobre qué es el arte contemporáneo y aducen que cualquier extravagancia se considera digna de entrar en un museo.

El mallorquín Bernardí Roig (1965) expone, desde ayer, en Valencia sus blanquecinas figuras humanas que buscan, según el artista, «crear la soledad en el visitante». Para Roig, no hay mejor imagen que un hombre frente a un lienzo o un poema porque el arte «recupera al ser pensante». «No hay una imagen más bella que una persona sola ante un cuadro o leyendo un libro en silencio porque se pone ante un espejo y el arte le devuelve a sí mismo», reflexionó.

La exposición 'Sombras que han de bailar', que se presentó ayer en la pinacoteca valenciana a cargo del artista y la directora técnico-artística Patricia Gutiérrez, está bañada, según el autor, de un alto componente filosófico. La locura, el monólogo interior, la arquitectura o la visión del espacio son conceptos que Bernardí Roig empleó para explicar su muestra ante los medios de comunicación.

Así, aseguró que tras recorrer la exposición «siente que ha fracasado», pero no se muestra frustrado sino que la decepción viene porque es «prácticamente imposible comunicar» lo que desea, aunque, no obstante, consideró que esta «incomunicabilidad» puede ser fértil. Ante el fracaso, Roig pidió al visitante que sea «tolerante» no con las obras, «que no son nada», sino con él.

La muestra, que permanecerá hasta el 31 de enero, reúne 25 obras (esculturas, dibujos, vídeos e instalaciones) que se basan en figuras humanas a tamaño natural. Así, el público podrá ver a un cuerpo humano que se golpea en el muro ante la proximidad del visitante, una escultura sonora que se activa con la presencia del espectador, una cabeza congelada atrapada en un monitor de televisión u otro cuerpo colgado del techo. Todas las piezas, según el artista, son objeto de sus «obsesiones».

El cuerpo y la luz

Roig coloca el cuerpo y la luz en el centro de su investigación artística. De hecho, las figuras que pueblan la muestra están realizadas a partir del calco de personas reales, sobre todo de su padre, porque él no puede crear figuras que no se ajusten a gente que conozca.

El IVAM trae a Valencia las figuras transgresoras de Roig gracias al acuerdo de colaboración con la Galleria Internazionales d'Arte Moderna Ca Pesaro de Venecia, donde ya estuvieron expuestas estas obras coincidiendo con la celebración de la Bienal. Así, «el 90% de las piezas ya estaban hechas», resaltó Bernardí Roig, quien sólo tuvo que decidir qué obras llevaría a la ciudad del Turia.

Sus piezas son el resultado del trabajo de los últimos cinco años y con ellas trata de «recrear la experiencia de los seres vivos y encontrar la música para que éstas puedan bailar».

La muestra 'Shadows must dance' no es idéntica a la italiana. El autor recalcó que se trata de «dos muestras totalmente diferentes», ya que el concepto que las fundamenta «no tiene nada que ver». Mientras que en Pesaro las piezas se articulaban «formando un diálogo» con las reminiscencias de otros artistas, como Matisse, Morandi o Klimt, en el caso de Valencia se trata de una exposición «más onanista, que está pensada como un monólogo que pone en relación las obras con el vacío, la arquitectura del museo y las obsesiones» del artista.

La muestra se complementa con una fuente del artista mallorquín inspirada en la famosa foto de Bruce Naumen 'Self-Portrait' que está instalada en la explanada de entrada al IVAM.

Si usted quiere conocer las obsesiones de Bernardí Roig o deambular por espacios tomados por figuras humanas de resina de poliéster, tiene una cita con la muestra 'Sombras que han de bailar'. El poder visual de las figuras del artista mallorquín pasarán las navidades en el museo de la calle Guillén de Castro por si, como dice Roig, el visitante quiere encontrarse con su soledad.

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