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M. J. CARCHANO
Lunes, 14 de diciembre 2009, 12:29
Acabaron los tiempos de las recalificaciones y los pelotazos urbanísticos. Siguiendo la estela del Madrid, que hizo el negocio de su vida con la venta de su ciudad deportiva en pleno centro de la capital, el Valencia se aventuró con Porchinos. Y con Mestalla. Pero ni el primero ni el segundo negocio le salieron bien y los dos proyectos están, de momento, paralizados por la falta de dinero. Llegaron tarde y la crisis les pilló desprevenidos.
Poco futuro a corto plazo tiene la Ciudad Deportiva de Porchinos, que venía con un pack de 2.600 viviendas e instalaciones de lujo. Todo el mundo querría vivir junto al club, y ver entrenar todos los días a sus ídolos en un lugar paradisíaco. Pero, según fuentes del Valencia C.F., la prioridad es acabar el nuevo Mestalla. No hay dinero para más, y tampoco está garantizado que esas viviendas, en la época actual, se pudieran vender a buen precio.
Y en el camino se queda, por la paralización de Porchinos, un proyecto en mente del ex presidente Soler para la recalificación de la actual Ciudad Deportiva, ubicada en Paterna. Al club le vendría muy bien que el Ayuntamiento de Paterna recalificara el suelo. Tendría un respiro porque al Valencia lo que le falta ahora mismo es líquido.
Las cosas, políticamente, han cambiado bastante. El ex alcalde de Paterna, el ya fallecido Francisco Borruey, se negó en rotundo a cualquier recalificación de los terrenos deportivos. Mientras él fuera alcalde, seguirían siendo campos, y si eran vinculados al Valencia, mejor. Sin embargo, el actual primer edil, Lorenzo Agustí, ve las cosas de otra forma. Le gustaría que el club siguiera vinculado a la localidad, pero estudiaría cualquier propuesta que le presentara el Valencia, incluida la recalificación.
Inmejorable situación
El club tiene varios campos de fútbol y unos terrenos ubicados en una inmejorable situación, junto a la pista de Ademuz y en el entorno del by-pass, muy cerca de donde se va a instalar Ikea. Y aunque ya no sea la era del pelotazo, el Valencia podría conseguir unos buenos ingresos. Esta misma semana se reunía el presidente del Valencia, Manuel Llorente, con el alcalde de Paterna, Lorenzo Agustí. Era una primera toma de contacto, después de tantos cambios en la presidencia del club. La primera conversación, medio informal, no tenía prevista en la agenda hablar sobre el futuro de la ciudad deportiva.
Fuentes cercanas a la reunión aseguraron que para Llorente la posibilidad de trasladarse está tan lejos que no se va a entrar a negociar con Paterna a corto plazo. Al alcalde, por su parte, le gustaría que la Ciudad Deportiva siguiera en el mismo lugar, pero sabe que cuando se construya Porchinos ya no va a ser posible. Y ayudaría al club valencianista. Son los únicos terrenos en propiedad de la sociedad deportiva que todavía no están en venta. Y los tiempos de Soler, en los que sugirió incluso tener zonas deportivas vinculadas al Valencia en toda la Comunitat, ya han pasado.
En Porchinos, sin embargo, ni siquiera está aprobada la reparcelación del proyecto. Un futuro vinculado a una nueva zona de urbanización de viviendas de lujo, en las circunstancias actuales, es una utopía. Encima, la empresa promotora, el Grupo Nozar, está en una situación delicada por sus dificultades financieras.
Proyecto investigado
Y eso que el plan parcial de Porchinos está más que aprobado desde hace ya algún tiempo. Prácticamente todos los trámites han pasado el rodillo de las administraciones. Pero no ha recorrido un camino de rosas. Más bien al contrario. El proyecto ha sido investigado en Europa, e incluso ha pasado por los tribunales, después de que el Gobierno, a través de la Confederación Hidrográfica del Júcar, alegara falta de recursos hídricos. Además, en la zona se han encontrado yacimientos arqueológicos que han obligado a modificar el proyecto inicial.
En este tiempo han surgido voces contra el plan urbanístico, como Salvem Porxinos, una plataforma que ha luchado por evitar que se traslade la Ciudad Deportiva a estos terrenos. Mientras, el alcalde de Ribarroja, el popular Francisco Tarazona, llevó incluso en su programa electoral la llegada del Valencia a la localidad.
Con Tarazona se abre otro debate, ya que no se volverá a presentar a las elecciones municipales. ¿Seguirá su sucesor tan interesado en que el Valencia instale sus campos de entrenamiento en Ribarroja?
«Me gustaría que el Valencia siguiera siempre vinculado a Paterna».
Su máxima prioridad es que el Valencia inicie Porchinos.
Su objetivo es acabar el nuevo Mestalla.
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