14 autonomías aceptan el portátil que para el Consell causa miopía

Un defecto de visión ha abierto un nuevo frente en el campo de la educación. La negativa del conseller Alejandro Font de Mora, al plan del Gobierno para entregar ordenadores de 10 pulgadas a los escolares, porque estos aparatos «provocan miopía», ha desvelado que la mayor parte de las comunidades autónomas han tomado el camino opuesto al del Consell.

El ministro de Educación, Ángel Gabilondo, señaló ayer que en España hay 14 autonomías que deben «tener una teoría sobre la miopía» distinta a la valenciana. Lo dijo porque en todas se va a repartir el ordenador que el Consell rechaza basándose en un estudio de la Fundación Oftalmológica del Mediterráneo y en diferencias de criterio sobre la financiación de los mismos.

Gabilondo mostró su respeto a las teorías que cada cual tenga sobre la miopía. Pero lamentó, por los estudiantes y los profesores, que la Comunitat no suscriba el convenio para dotar a los alumnos de un portátil. Recordó que los valencianos disponían de más de 11 millones para desarrollar el plan.

Son 14 las regiones que difieren de la Comunitat, pero hay dos que, según la Conselleria de Educación, también se oponen a la iniciativa. El departamento autonómico aseguró que Murcia y Madrid «han dicho que no, como la Comunitat, porque no dejan hacer un pilotaje».

Desde la Consejería de Educación madrileña señalaron a este periódico que están «negociando con el Ministerio».

Dos de los puntos de las conversaciones coinciden con los razonamientos de la Comunitat. Plantean que la financiación se pueda utilizar no sólo para adquirir los aparatos, sino también para mejorar las redes de instalación. Otro criterio coincidente con el punto de vista valenciano es que el dinero «se pueda utilizar para adquirir ordenadores más potentes en beneficio de la salud». Llegados a este extremo la Comunidad de Madrid puntualiza que no «sólo por problemas de la visión, también por los relacionados con la postura».

La Consejería de Educación de Murcia manifestó su oposición al considerar «un gravísimo error dar un ordenador a los alumnos sin prever la conexión en las aulas y la formación del profesorado».

La alusión a la miopía que Font de Mora, el mismo conseller que protagonizó la polémica sobre Ciudadanía en inglés, realizó al dar a conocer la oposición del Consell ha despertado numerosas críticas.

El secretario general del PSPV, Jorge Alarte, lamentó que el «conseller del disquete, máxima tecnología que entiende para nuestra escuela, quiera renunciar a ayudas cuantiosas para modernizar la enseñanza». Dijo que el «fanatismo» ha convertido a Font de Mora en «ciego y sordo políticamente».

La Confederación de Asociaciones de Padres y Madres de alumnos mostraron su «indignación» por una decisión que deja «a los escolares sin tecnologías en las aulas». Desde EUPV consideraron que es «una estrategia de victimismo que perjudica a la escuela valenciana».