«Las cajas de ahorros deben convertirse en sociedades anónimas»

El currículum de Juan José Toribio está plagado de cargos en el sector público y privado. El actual director de una de las escuelas de negocios más prestigiosas ha sido director ejecutivo del FMI y ocupado diversos puestos de responsabilidad en el Banco Urquijo, Banco Hispano Americano, La Caixa, además de empresas como Nestlé o Abertis Telecom. Ayer analizó el entorno actual desde el punto de vista de la empresa familiar en una conferencia organizada conjuntamente por el Instituto Valenciano para el Estudio de la Empresa Familiar (IVEFA) y la Asociación Valenciana de Empresarios (AVE).

-¿Los políticos están a la altura de las circunstancias? Las principales fuerzas políticas no logran consensuar medidas contra la crisis.

-Hubiera sido muy positivo que desde el principio de la crisis hubiera habido un acuerdo de las principales fuerzas políticas. Es evidente que hay medidas muy importantes que tendrán costes sociales notables, y eso significa también coste político, y obviamente se puede actuar mejor cuando los esfuerzos políticos están repartidos.

-¿Lo peor de la crisis ha pasado?

-Sí, lo cual no quiere decir que queden todavía etapas duras. La economía mundial tocó fondo a finales del segundo trimestre y ya incluso para el tercer trimestre la mayoría de datos publicados expresan un débil crecimiento. Algunos países quedan descolgados (España, Holanda, Gracia, Portugal), y muchos con tasas de desempleo exageradas.

-¿Cuándo tocará techo la destrucción de empleo?

-Todavía tenemos que tocar techo en cuanto a actividad. Los datos del último trimestre son negativos todavía, y tampoco es previsible que en los dos primeros trimestres de 2010 vayan a ser positivos. Para generar empleo las cosas son más complicadas. No será antes de mediados o finales del año próximo.

-La patronal pide una reforma laboral. ¿En qué términos cree que debería abordarse?

-Es absolutamente imprescindible. La recesión española no ha sido más intensa que la de otros países europeos, y sin embargo el desempleo es mucho mayor. Ya lo era en épocas de bonanza económica, el mejor dato estaba en torno al 8%. Es evidente que España necesita una reforma del mercado de trabajo para reducir su tasa natural de desempleo. ¿En qué términos? Liberalizar más la contratación, incrementar la seguridad de la contratación a tiempo parcial, en rescisión de contratos, de manera que podamos ir a un contrato indefinido asequible, no con una carga de coste salarial que lo hace verdaderamente impracticable; se podría discutir el coste de las aportaciones a la Seguridad Social, que son en definitiva un impuesto a la creación de empleo; está por reformar todo lo relacionado con la percepción de la prestación por desempleo... Lo que extraña es que no se haya hecho ya. Tengo la impresión de que vamos a tener reforma sí o sí. Ya ocurrió en 1994, simplemente porque la tasa de desempleo llegó al 24%. Lo que pregunto ahora es dónde tiene que llegar la tasa de desempleo para que se entre en serio en este tema. Deberían someterse a reflexión muchas de las pretendidas conquistas sociales.

-¿Y a nivel fiscal?

-Se podría reducir el impuesto de sociedades, bien en la tasa nominal o vía restablecimiento de algunas deducciones por inversión. Recuerdo que en los 80 se introdujo con gran éxito la libertad de amortización. En la medida en que fuera necesario podría ser compensado con subidas del IVA.

-El Banco de España instó a las cajas de ahorro a fusionarse. En la Comunitat hay una creciente corriente de apoyo a la fusión entre Bancaja-CAM. ¿Qué opina?

-Hay en el ámbito bancario y financiero un exceso de capacidad instalada. Fusionar entidades financieras no debería ser difícil, excepto en España y en las cajas de ahorro, algo que tiene que ver con la configuración peculiar de sus órganos de gobierno. Soy partidario de que las cajas se conviertan en sociedades anónimas. Me parece anómalo el sistema jurídico establecido para las cajas, en el cual entran las autoridades autonómicas, municipales... Fusiones hay que hacerlas y es indiferente que sean de una comunidad y otra. El sistema actual de las cajas es heredero directo del que se estableció en la Transición, yo era en aquella época director general de Política Financiera. Ahí cometimos un error serio y ahora estamos pagando las consecuencias. Yo pediría que reparásemos ese error a la mayor brevedad posible.