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BEA NAVARRETE
Jueves, 17 de diciembre 2009, 10:33
La provincia de Alicante empieza a recuperar poco a poco la normalidad, pero las secuelas que dejó la nevada del pasado lunes en las zonas montañosas se están prolongando porque el frío se resiste a marcharse. Los estudiantes han vuelto a las aulas y sólo cuatro carreteras secundarias seguían anoche cerradas. Sin embargo, los 700 vecinos del Valle de Seta, entre l'Alcoià y El Comtat, siguen siendo los grandes perjudicados porque el hielo y la nieve acumulados en las carreteras los mantiene aislados y los problemas de suministro eléctrico que sufren desde el lunes por la mañana no están del todo resueltos.
Tollos, Facheca, Famorca, Benimasot y Quatretondeta recuperaron en la noche del martes la luz gracias a los grupos electrógenos habilitados por Iberdrola hasta que se solucione la avería en las líneas, Balones seguía ayer sin suministro eléctrico y también sin agua, ya que al no poder bombearla el depósito que lo abastece se quedó vacío.
El problema de este pequeño municipio de El Comtat es que tiene los servicios contratados con una comercializadora y distribuidora distinta a Iberdrola, y al cierre de la edición todavía no se había confirmado si los vecinos habían recuperado la luz después de tres días.
Balones, junto al resto de pueblos del Valle de Seta, todavía se encontraban ayer sin cobertura de telefonía móvil por las averías en las distintas antenas.
El alcalde de Tollos, Ximo Nadal, denunció que «las líneas eléctricas se encuentran en un estado precario y de hecho es habitual que cada vez que hace mal tiempo nos quedemos sin luz». Por eso exigió a Iberdrola «que aproveche esta situación para en lugar de reparar la línea nos pongan una nueva y evitar así las molestias que sufrimos continuamente todos los vecinos de la zona».
La alcaldesa de Quatretondeta, Magdalena Chiquillo, tampoco disimuló su indignación ante las dificultades que han padecido en el municipio durante casi dos días. «Hemos pasado momentos complicados, ya que hay mucha gente mayor que usa oxígeno y, como no tenía luz, no podía cargar las baterías. Tampoco podíamos llamar por teléfono porque no había línea y un hombre tuvo importantes dificultades para poder asistir a la sesión de diálisis».
Famorca y Facheca también recuperaron el martes por la noche la luz a través de los equipos electrógenos habilitados por Iberdrola, mientras Benimasot volvió a quedarse a oscuras hasta la mañana de ayer tras agotársele el gasoil.
«Es una vergüenza que todavía estén las carreteras llenas de nieve congelada». El testimonio de María Tomás prueba el estado en el que se encuentran numerosos municipios de la Comunitat, especialmente, en El Comtat y l'Alcoià. Alcoleja, Penáguila, Planes, Facheca, Balones, Benimassot o Benifallim. Las conexiones entre ellos seguían prácticamente intransitables. María trató de llegar a Benilloba pero «tuve que dar la vuelta porque todo era una placa de hielo». Lo peor, dice, fue ver la pala y la máquina de sal aparcadas.
Castell de Castells es otro punto de conflicto. «Es indignante estar dos días incomunicados. Las palas no llegaban», dijo la alcaldesa, Rosa Pérez.
El temporal ha podido dejar más de una desgracia ya que un matrimonio quedó atrapado por la nieve y pasó la noche en su vehículo. El martes por la tarde, una vecina de la partida d'Aler en Biar, que se quedó aislada en el interior de su vivienda a causa de la fuerte nevada, tuvo que ser rescatada por efectivos de Protección Civil, Policía Local y Guardia Civil, según informó la Comandancia de Alicante.
Ocho carreteras secundarias de la Comunitat Valenciana permanecían anoche cerradas por la nieve. Cuatro de ellas estaban en la provincia de Alicante: la CV-713 que une las localidades de Margarida y Tollos, la CV-785 en el Barranco de la Batalla, la CV-787 en Benifallim y la CV-794 entre Banyeres y Bocairent. En la provincia de Valencia permanecía cerrada la CV-657 entre Fontanars del Alforins y Beneixama, al igual que la CV-665 que va desde Ontinyent hasta la CV-651, y un tramo de la CV-584. En Castellón estaba cerrada la CV-109. En otras cinco carreteras (tres de Valencia y dos de Castellón) había que circular con cadenas y en un total de 63 había peligro de hielo.
El frío ha sido tan intenso que en Dénia la lluvia se convirtió en agua nieve. Los municipios costeros de la Marina Alta seguían ayer haciendo recuento de daños y el Ayuntamiento de Teulada confirmó ayer que también estudia pedir la declaración de zona catastrófica.
En otras zonas de la provincia de Alicante, el termómetro rondó los 3 grados en Rojales (que marcó la máxima con 13), 2 de Alicante, menos 1 grado de Pinoso, casi menos 5 en Villena y -6,6 en Agres. No obstante, para hoy se prevé un ascenso de las temperaturas de moderada a notable, lo que supone entre 3 y 7 grados de media.
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