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M. J. CARCHANO
Jueves, 17 de diciembre 2009, 02:36
En la urbanización de la Canyada es complicado conjugar el verbo descanso. Decenas de miles de camiones, la mayor concentración de toda España, cruzan a pocos metros cada día, por el by-pass. Paterna lleva años luchando contra la ampliación de la autovía y sus presiones han llegado incluso a retrasar el proyecto en época de elecciones.
Y pese a que el Ministerio de Fomento ya está ultimando el proyecto para añadir cuatro carriles más a la actual circunvalación, Paterna no se rinde y busca una solución de última hora: destinar todo el suelo que está junto al by-pass a zonas verdes. Son 1,4 millones de metros cuadrados de suelo no urbanizable o forestal que ahora no tiene ningún uso y es más fácil de expropiar por Fomento.
Con esta reserva de terrenos, que se aprobará en el pleno del próximo mes de enero, se intenta dificultar el diseño de más carriles en lo que consideran que es la construcción de un segundo by-pass disfrazado de ampliación.
Bien de interés general
El Ayuntamiento no tiene muchas más altenativas para oponerse a la ampliación de la carretera. Una autovía es un bien de interés general y no necesita de los permisos municipales para construirse. Pero los vecinos siempre se han posicionado en contra de que una nueva infraestructura atravesara la zona e incluso consiguieron sus objetivos con el compromiso firmado del anterior secretario de Estado de Infraestructuras, Víctor Morlán. Papel mojado.
De momento, en uno de los pasillos más estrechos del by-pass, el que atraviesa junto al polígono industrial Mas del Jutge y próximo al cruce con la V-30, se está construyendo un instituto. El Ayuntamiento ya reservó ese suelo para dificultar la ampliación del by-pass por la zona y contó con el apoyo del Consell. También necesita el visto bueno de la Generalitat con este nuevo jardín público, ya que es obligatorio su debate en la Comisión Territorial de Urbanismo para ser aprobado de forma definitiva.
Así, esta zona verde se convertiría además en una barrera natural que amortiguará los ruidos de los miles de vehículos que circulan por el by-pass. El futuro parque estará compuesto por espacios libres y zonas verdes con mínimas construcciones destinadas a bares, kioscos, o aseos. Serán compatibles los usos deportivos, educativos, culturales así como zonas de aparcamiento. En cualquier caso quedará prohibida la creación de nuevos caminos o carreteras.
Paterna tiene que aprobar rápido esta nueva reserva de suelo porque, como ya dijo la pasada semana la secretaria general de Infraestructuras, Inmaculada Rodríguez-Piñero, el proyecto está en su última fase de redacción. La ampliación del by-pass es, según el Ministerio de Fomento, prioritario por la gran cantidad de vehículos que soporta y porque, actualmente, no hay otro corredor de norte a sur como la A-7.
Con estos jardines se creará un corredor verde junto a la autovía que permitirá además proteger la Cañada Real, un camino dedicado al pastoreo trashumante que cruza el municipio. Además, permitirá la creación de una zona verde junto a Heron City y la tienda Ikea, en el cruce entre la pista de Ademuz y el by-pass.
Ahora falta por ver cuál es la utilidad real de esta reserva de suelo, donde los técnicos del Ministerio de Fomento ya están trabajando sobre plano. Y no se prevé, precisamente, que se destinen estos terrenos a zonas verdes, sino a construir más carriles, pese a que es una zona acústicamente muy saturada. Fomento, sin embargo, dice que no hay otra alternativa.
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