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Clientes disfrutando de la sobremesa en un bar de Alzira mientras fuman unos cigarillos y puros. :: CARMEN CERVERÓ
El humo se evapora en la Ribera
La Ribera-Costera

El humo se evapora en la Ribera

Los hosteleros afirman que la medida anterior es «absurda» ya que los dueños de restaurantes han invertido en unas obras que no sirven Los propietarios de bares aseguran que la reforma de la ley del tabaco «aumentará el botellón»

CARMEN CERVERÓ laribera@lasprovincias.es

Sábado, 2 de enero 2010, 03:50

Sin humo y en algunos casos sin clientes. Ésta podría ser la estampa de algunos bares de Alzira a partir de este año, fecha elegida para poner en vigor el endurecimiento de la Ley del Tabaco que prohibirá fumar en todos los bares, restaurantes y pubs. Una situación que se puede definir como a la caza del fumador en la Ribera.

Y es que esta reforma no sólo va a perjudicar a los amantes de la nicotina, sino también a los propietarios de bares, restaurantes y locales de ocio nocturno.

«Esta ley me afecta totalmente, ya que la mayoría de mis clientes son fumadores y vienen a dar unas caladas mientras toman el café», lamentó Alejandro Sarrió que regenta la cafetería-heladería La Jijonenca en Alzira.

De esta forma, los hosteleros coinciden en que este endurecimiento va a provocar que las ventas disminuyan ya que los «trabajadores que vengan a los bares a encenderse un cigarro mientras se toman el café dejarán de hacerlo si se prohibe este vicio», explicó a LAS PROVINCIAS Alejandro Sarrió.

Una situación idéntica a la que relató Carmen, propietaria del bar El Greco ubicado en la capital de la Ribera Alta.

«Tengo unas clientas que trabajan en una oficina cercana y que después de comer vienen aquí en busca de la cafeína y la nicotina, pero si se prohibe ya no bajarán porque en el trabajo tienen una cafetera y se tomarán el café en la oficina», comentó Carmen.

Un grupo de clientes que disfrutaba de una comida en un bar manifestaron que las sobremesas «desaparecerán si se prohibe fumar, no nos parece bien esta ley. Tendrían que dejarla como está».

Por su parte, los fumadores aseguran que hecha la ley hecha la trampa: «Me imagino que al principio estarán más serios y luego levantarán la mano», comentó a este periódico un alcireño que disfrutaba de un cigarro mientras tomaba algo en un bar de la capital de la Ribera Alta.

Éste consumidor explicó a LAS PROVINCIAS que en España «hay cosas mucho más importantes que arreglar que nos afectan a todos los ciudadanos y no estar discutiendo si se prohibe o no fumar».

Pero la aplicación de la nueva ley del tabaco no sólo avivará el enfrentamiento entre los dos bandos, fumadores y no fumadores, sino que traerá consigo otros inconvenientes. Y es que, según Alejandro Sarrió, «esta reforma provocará que aumente el botellón, ya que si no se puede fumar en los pubs muchos jóvenes comprarán el alcohol en los supermercados y se quedarán en la calle consumiendo».

Pero sin duda uno de los problemas más importantes son las inversiones que hace unos años tuvieron que realizar los hosteleros de la Ribera para reformar sus locales y cumplir, así la Ley del Tabaco que en estos momentos consideran «absurda».

Unas obras que con la aplicación de la nueva ley no servirán y que han provocado que los propietarios de los locales se hayan gastado el dinero «para nada, ya que lo van a perder», manifestó José Palacios, presidente de la Unión de Hosteleros de la Ribera Baixa.

Pero la incertidumbre es el ambiente que reina entre los hosteleros, ya que ninguno de ellos conoce cuándo se va hacer efectiva esta ley ni cómo va a afectar al sector.

«Hasta que no se ponga en funcionamiento no sé lo que va a pasar, supongo que afectará un poco a las ventas hasta que los clientes se conciencien», destacó la dueña de El Greco.

Un pensamiento muy distinto del que tiene José Palacios, quien aseguró que la «aplicación de esta reforma viene a minar más este sector que ya está tocado por la crisis económica». Y es que la mala situación económica ha provocado que la hostelería sufra una disminución de las ventas de entre el 20 y el 25%. Una cifra que se podría ver «aumentada con la llegada de esta reforma», explicó Palacios.

«La reforma de la Ley del Tabaco no va a provocar que la gente deje de fumar, lo que va a hacer es que fumen menos porque ya no podrán hacerlo en los bares», explicó a LAS PROVINCIAS Carmen la propietaria de El Greco situado en Alzira. Esta vecina aseguró que esta reforma no va a afectar tanto a su negocio.

«Los bares perderán dinero con esta medida, les va a afectar mucho. La gente no va a dejar de fumar porque se endurezca la ley, ya que si no le dejan fumar en el bar se tomará el café en casa que sí que puede hacerlo. Otro de los problemas es que los restaurantes perderán el dinero que invirtieron para adecuar sus locales».

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