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V. GIL
Lunes, 25 de enero 2010, 18:31
«Creía que no viviría para contarlo». Afortundamente, Ramón Rubira se equivocaba, aunque poco faltó para que una tranquila jornada de caza acabase en una auténtica tragedia, cuando una jauría de más de 10 perros de presa le atacó en el municipio turolense de Fuentes de Rubielos. El burrianense cuenta su historia desde su habitación en el Hospital de La Plana de Vila-real, donde es probable que hoy reciba el alta, después de haber tenido que ser intervenido de urgencia en la cabeza, pierna, ingle y testículos.
Fue hace una semana en Fuentes de Rubielos, municipio turolense donde la familia de Ramón tiene una casa a la que suele acudir con frecuencia. Era el último día de la temporada de caza de la perdiz y su hijo, también Ramón, había acudido a cazar al monte. El padre lo esperaba en una pista, cuando una jauría de perros de caza se abalanzó sobre él. «Eran 10 ó 15 perros, se me echaron encima y comenzaron a morderme; yo creía que no lo contaba», explica el burrianense.
Afortunadamente, su hijo, pese a haberse internado en el monte, pudo oírle y ver lo que estaba pasando. Cuando llegó a la pista donde estaba Ramón, tendido en el suelo, el dueño de los perros ya había llegado al lugar de los hechos e intentaba sacarle de encima a los animales «con la culata de la escopeta». Finalmente lo consiguieron. Tras el forcejeo los perros soltaron a Ramón, pero el ataque no acabó ahí: cuando su hijo se dirigía hacia el coche para buscar ayuda, dos de los canes le siguieron y se abalanzaron sobre él, provocándole heridas en el pierna, por las cuales recibió varios puntos. Para defenderse, Ramón hijo disparó con su escopeta a uno de los perros que le atacaban y, una vez liberado, «cojeando, como pudo» llegó al coche.
Padre e hijo acudieron al cercano centro de salud de Mora de Rubielos, desde donde fueron derivados de urgencia, con una ambulancia, al hospital de Teruel. «Me tuvieron que intervenir en la cabeza, en la ingle y en un testículo y he perdido media oreja», explica Ramón Rubira, que el jueves fue trasladado desde Teruel hasta el hospital de La Plana. Probablemente hoy, el cirujano que se ha hecho cargo de su caso le dé el alta.
La familia Rubira ha presentado una denuncia ante la Guardia Civil de Teruel contra el dueño de los perros, cuya jauría, que aseguran alcanza los 50 animales, el año pasado «ya estuvo a punto de matar a otro vecino». Pese a la gravedad de lo sucedido, Ramón lamenta que las autoridades no han prestado atención a su caso y sólo espera que la denuncia prospere para que nadie vuelva a pasar por lo mismo.
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