Campos, cerca de cerrar el acuerdo con Teixeira para salvar la escudería

Tener dos coches en la parrilla de salida de Bahráin y conformar una estructura mínima en la Fórmula 1 obliga a tener 40 millones de euros. Como mínimo. Llegar a esta cantidad de la nada es casi una quimera. Bien lo sabe Adrián Campos. A escasos 45 días de iniciarse el Mundial la cuenta corriente del alcireño está falto de ceros. El acuerdo con el Gobierno de Murcia le ha salido rana y por eso se ha tenido que lanzar a por un inversor. Ya lo tiene. Se llama Tony Teixeira. Nacido en Portugal aunque residente en Suráfrica, el empresario del sector de la minería, el petróleo y el comercio de diamantes está muy cerca de adquirir las acciones de Meta y de Carabantes. Con mucho dinero en el bolsillo permitirá al equipo llegar a la cifra deseada con la que poder participar en todo el Mundial.

El acuerdo está cerrado. Sólo falta plasmarlo negro sobre blanco. Nadie espera que aparezcan grietas, aunque con gente de esta dimensión todo es posible. Adrián Campos ha recibido varias ofertas para comprar la estructura, pero el alcireño ha luchado por mantener su gran ilusión, resistiéndose a la tentación de los tiburones.

Con Teixeira se completarían las 20 millones de euros que faltan. Ya casi daría igual el dinero murciano. Porque el aval del Gobierno regional lo tiene pero los bancos no han querido conceder el crédito hasta que Campos tuviera un patrocinador de campanillas, que llegará con la implicación del empresario surafricano.

Esta semana debe quedar todo cerrado. No hay más tiempo para Adrián Campos. Tanto que si las cosas se complican queda la opción de no presentarse en Bahráin y hacerlo en el segundo o tercer gran premio del Mundial. Ese es el tope.

La situación del equipo del alcireño no es única. Que se lo pregunten al USF1, que acaba de cerrar ahora su primer piloto con 'Pechito' López. Adrián Campos cuenta ya con Bruno Senna, el sobrino del mito, y está a la espera de contratar al segundo. Tiene tres posibilidades. Una de ellas es el español Andy Soucek. Tiene dos más, que serían Pastor Maldonado y Vitaly Petrov. El que llegue con un patrocinador es quien se llevará el premio de pilotar en Fórmula 1.

La suerte del equipo depende de Teixeira, que ya persiguió en su día entrar en el Gran Circo con Spyker, Honda e incluso Toro Rosso. Y es una pena, porque la parte técnica, la que depende directamente de Adrián Campos, es todo un lujo. Al nivel de los grandes, con el valenciano Toni Cuquerella como ingeniero de referencia.