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Paco Camarasa sentado en una mesa del restaurante One-One de Alicante. :: J.P. REINA
«Hemos dignificado la obra gráfica»
PERFIL PACO CAMARASA

«Hemos dignificado la obra gráfica»

PEDRO SORIANO

Domingo, 31 de enero 2010, 01:43

Paco Camarasa (Alcoi, 1963) dio sus primeros pasos en Castalla, hasta los siete años. Sus padres decidieron darle un educación diferenciada y lo enviaron a estudiar al Colegio Episcopal de Almansa, no paró ahí la cosa porque el 2º de BUP lo hizo en Ibi, pasó también un curso por El Escorial y terminó la secundaria en el IALE, en Valencia, algo tuvo que ver su carácter inquieto con tanto cambio, le digo, y sonríe afirmativamente.

«Cuando hice la selectividad no tenía claro lo que quería estudiar y me fui a la mili», y lo mandaron al Ferrol del Bernesga y, de allí, a Segovia. En la mili se aclaran las ideas y, al terminar, se decanta por periodismo en la Universidad de Navarra. Termina la carrera y se va a Madrid con una beca de la Fundación Fulbright y el Ministerio de Defensa para un master de Relaciones Internacionales en el Instituto Ortega y Gasset. Son tiempos de agitación, la década de los ochenta, «compaginaba los estudios con la productora Metrópoli y una colaboración en El Independiente, fue una época de mucho aprendizaje práctico, y también de estudio».

En esta época hace su doctorado que termina con el trabajo 'Manuel Azaña, visión de Estado y Política Exterior'. Me cuenta que en Madrid encontró ese gran poblado de La Mancha, que decía Cela, «me sentí muy a gusto y no forastero». Participa, como socio, en el mítico local de La Vaquería y comienza a introducir autores de cómics en el programa Metrópoli.

Realiza también en este tiempo varias producciones audiovisuales que están depositadas en la Filmoteca Valenciana como 'La leyenda de Meloseta' y un programa piloto 'Tinta Oasis', un recorrido por los autores de historietas valencianos como Sanchís (Pumby) o Palop (Garbancito). Aunque el Ministerio de Cultura patrocina el proyecto a Canal Nou no le interesa, «aquí vivimos en el menfotismo, no nos interesa más que el presente y el plato de lentejas», me dice con una cierta desilusión. «Detrás de todo lo que hacemos tiene que haber algo más que un escaparate que lo sustente. Vendemos bien las cosas pero, a veces, detrás no hay nada».

En el año 96 se va a Valencia y comienza a dar clases en el CEU San Pablo y se pasa cuatro años entre las Relaciones Públicas y las Ciencias de la Imagen como disciplinas académicas. Pero como no puede hacer una sola cosa nada más, se había montado un año antes una editorial Joputa CB con McDiego, «otro activista cultural», me dice. También montan en Valencia, una galería de obra gráfica, La Guillotina .

En 1998 la editorial pasa a sus manos, le cambia el nombre por Edicions de Ponent y comienza una nueva andadura en solitario. «Hemos publicado, desde entonces, más de 140 títulos, la mayoría por encargo», le pido que me lo explique, «nosotros buscamos al dibujante, al guionista o, si coincide, al mismo y le hacemos el encargo de la edición». Ya lo entiendo una editorial que se rige e inspira en sus propios conocimientos, o intuiciones, y publica su propia obra.

«Nacimos en plena crisis del sector, nos llamaban locos», me dice ahora que las tornas no son lo que les presagiaban, «revitalizamos el sector y, ahora, somos la vanguardia». El público, su público, ha madurado. «Comenzamos con la grafinovela y hemos modificado y dignificado los contenidos y la edición para todos los públicos, de 16 a 100».

Y Paco, hablando de su editorial se anima solo, «creemos en la producción nacional, en sus potencialidades. Hemos provocado que otras editoriales hagan lo mismo». Y pasamos a hablar de las nuevas tecnologías y el cómic, «estamos como todo el mundo, nos queda muy poco para el cambio de formato, en on-line ya está desarrollado pero habrá más». La piratería también afecta, «cualquiera puede colgar un cómic tuyo en la red».

Su campamento base lo ha situado en Onil porque allí tiene su imprenta y sus locales de almacenaje, luego, las distribuidoras se encargan de llevar sus historias a todos los rincones de este país, «donde peor se nos da la venta es, precisamente, en Alicante». Y no será por premios, que no voy a enumerar aquí, porque necesitaría otro artículo pero ya les digo que son muchos.

Paco Camarasa es una persona adulta, con mirada de niño, esto debe ser una condición previa para saber y conocer del mundo de la imaginación. Aunque, si lo conoces, te das cuenta que sabe que sueño persigue: uno que no es ni mejor ni peor, tan solo diferente.

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