Juanfran, el peluquero

Como ya viene siendo habitual, después de comer nos marchamos ayer a descansar un rato porque luego había entrenamiento. Xisco y yo teníamos un pequeño reportaje con la televisión en las habitaciones. No sé cómo saldrá, pero ahí estuvimos un rato dándole vueltas al cachondeo... Que si dormimos muy juntitos, que si por la noche cuando uno está dormido el otro le echa un bracito por encima... Necesitamos cariño, pero por ahora todavía no nos lo damos (risas). Bueno, quedó curioso y yo creo que saldrá algo chulo.

Por la tarde tuvimos un entrenamiento bastante fuerte, para no variar, en el que trabajamos algunos conceptos de las jugadas de ataque que quiere inculcarnos el míster. A la vuelta al hotel, la noche fue bastante tranquila. Nos juntamos siete u ocho jugadores en una habitación a charlar de cómo llevamos la pretemporada, del peso, de los partidos que nos quedan por jugar, de las posibles incorporaciones... Echamos una horita bastante amena.

Comentamos que tenemos dos partidos importantes contra la Lazio y la Roma. También se habló de la posible incorporación de Stuani. Se dijo que había hecho una gran temporada en un equipo que no había realizado muchos méritos para estar ahí arriba, que peleaba de la permanencia: a algunos les parecía bien y a otros mal, pero yo no puedo decir mucho porque sólo lo vi en los dos encuentros que disputó el Albacete contra nosotros. Venga quien venga, que haga más goles que nunca y aporte cosas importantes para el equipo. Y sobre todo, charlamos de cómo llevamos el stage en el aspecto físico: nos está costando porque las pretemporadas son bastante duras, como todo el mundo sabe y ayer tuvimos una triple sesión. Como premio hemos tenido el merecido descanso al levantarnos un poquito más tarde, a las 9.30 horas. Hemos desayunado y después hemos tenido una sesión de relajación. Yo he aprovechado para darme un masaje para descargar las piernas.

Cuando ya me marchaba a la habitación, ha aparecido el futbolista con una profesión interesante, que es Juanfran. Ha aprovechado para cortarnos el pelo a tres o cuatro compañeros. Ha estado genial y encima le ha puesto su toque. Luego va preguntando a todo el mundo: "¿Qué te parece? ¿Qué te parece el pelo que le he dejado". Me han dicho que me hace más joven porque me ha quitado las patillas. La verdad, es de agradecer el esfuerzo y que haya sacado a relucir una profesión que es interesante para todo el equipo.

Luego hemos vuelto a repetir la sesión de fotos que comenté el primer día. Esta vez ha salido mucho mejor porque han cogido una cámara que hace bastantes repetición. Las instantáneas han quedado guapas y sólo queda que el departamento de informática del club le dé unos retoques, alguna sombra y demás, para que todo esté perfecto. Tiene buena pinta.

Ahora sólo queda descansar un poco más para disputar el partido contra el Binéfar. Respecto a las bromas a los chavales, se están planeando algunas más, pero como he dicho en los días anteriores, la gente está un poquito cansada. Hay que recuperar un poco y pasar por la sala de masaje. Ayer salieron otra vez dos con unas maquinillas en mano para dar unos sustos. Creo que no tenemos que hacer bromas: al final de la pretemporada veremos a algún chiquillo del filial rapado.