Cine que toca la fibra

No me gustaría ser normal porque me lo ha dicho mi madre.-¿Qué te ha dicho tu madre?

-Que no cambie.

-¿Tú te consideras una persona afortunada?

-Sí.

Así arranca el cortometraje 'Si sabes decir hello', realizado a beneficio de Cruz Roja, dirigido por Sergi González y producido por Xavi Manzanet. En él un chico de Castellón, Juan Miguel Meseguer, un joven con síndrome de Down, cuenta en sólo 16 minutos detalles sobre su vida y su visión particular del mundo.

El protagonista del corto no es 'normal' porque, según explica en el corto, tiene «algo en los ojos», posee «un corazón muy grande» y quiere a su novieta Anabel «mucho, como la trucha al trucho». La historia de Meseguer ha recorrido más de una decena de festivales de cine en España con idéntico resultado: emocionar.

Conmover el ánimo a través de los fotogramas no es sólo cuestión de grandes productoras o geniales cineastas. No, no. Bastan una buena historia, talento para contarla y una cámara.

Víctor Moreno escuchó en el programa 'Carne Cruda' de Radio 3 la historia de Eva Caballé, enferma de Sensibilidad Química Múltiple (SQM). El testimonio de la 'niña burbuja' de Cataluña, que ella misma trasladó a su libro 'Desaparecida', encendió la luz creativa del director, quien se puso a trabajar en 'Los pájaros de la mina'.

La película, protagonizada y guionizada por la valenciana Mariam Felipe, narra la historia de una afectada de esta patología que no puede llevar una vida convencional (salir a la calle, ponerse desodorantes, tocar determinados tejidos...). «Nos llamó la atención el desamparo de los enfermos de SQM y el desconocimiento de la población», explica Mariam Felipe.

Felipe aclara: «No es la vida de Elvira Roda, la afectada de Valencia, sino el relato de una enferma anónima que de pronto comienza a sentirse mal sin saber por qué. Tampoco los médicos realizan un buen diagnóstico. La película narra ese periplo».

El tráiler de 'Los pájaros de la mina' acumula más de 3.000 visitas. La Universidad de Alicante proyectó recientemente la versión reducida del largometraje (de 50 minutos) y fue «un éxito». A este pase acudió la madre de Elvira Roda, a quien le gustó. Eva Caballé, el origen de la película, ha visionado parte del metraje y «está satisfecha».

Miriam Felipe explica el título de la cinta: «El canario es el simbolo de los afectados con las enfermemades ambientales. Y, antes, este tipo de ave acompañaba a los mineros porque servía para detectar la fuga de gases mortíferos. El canario era como su sensor de la muerte».

Nadie ha cobrado por trabajar en el filme, señala la guionista, quien desea que 'Los pájaros de la mina', que se rodó en Pontevedra, Valencia y El Puig, sea muy vista para «sensibilizar a los ciudadanos sobre esta enfermedad y concienciarles de que cualquiera puede enfermar de SQM».

La cinta se estrenará el 10 de diciembre en el teatro Principal de Pontevedra, lugar de origen del director. A partir de ahí, el equipo, casi medio centenar de profesionales, confía en que el largometraje gire por diferentes festivales.

Esa ruta por los certámenes ya la ha recorrido 'Amanecer de un sueño', la película del valenciano Freddy Mas Franqueza. La cinta, que ha logrado 39 nominaciones y nueve galardones recibidos de cualquier parte del mundo, se estrenó el pasado septiembre. Narra la relación entre un joven y su abuelo, enfermo de Alzheimer. Un intercambio de amor en diferentes etapas de la vida.

Cuando el director inició el proyecto cinematográfico, hace ya tres años, apenas existía información sobre el Alzheimer. Su documentación fue su experiencia familiar.

Gracias al largometraje, protagonizado por Héctor Alterio y Alberto Ferreiro, la enfermedad degenerativa, que afecta a más de 800.000 personas en España, se difunde de una forma más visual. Así ocurrió en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo de Valencia, donde se proyectó el largometraje, que se rodó en Morella.

Un camino similar, salvando las distancias, recorre 'Bicicleta, cuchara, manzana', el documental que aborda la patología en el ex presidente de Cataluña, Pascual Maragall.

Dejar de fumar

«Hola, soy Olga y tengo cáncer de pulmón. Mi marido es fumador, soy fumadora pasiva». «Hola, me llamo Daniel. Soy impotente y ex fumador. Ahora soy fumador pasivo». Estos son dos de los testimonios del corto '¿Pasivo yo?', que resultó uno de los diez más votados en el concurso 'Dejar de fumar ya'. Este certamen está organizado por el Grupo Español de Cáncer de Pulmón (GECP). El director del documental es el valenciano Rubén S. Ferrer, licenciado en Comunicación Audiovisual que trabaja como 'freelance'. Tiene numerosos cortos y documentales de temática social en su carrera.

«La imagen es una buena herramienta para sensibilizar a la población sobre cualquier enfermedad o asunto social», detalla Ferrer, quien ha realizado proyectos audiovisuales sobre las enfermedades olvidadas ('Sin stock'), el final de la ganadería ( 'Vides pecuàries') y sobre la música tradicional ('La dolçaina').

«El vídeo es un buen medio porque permite a través de una historia corta lanzar un mensaje sencillo y fácil de digerir, sin costes excesivos Además, ahora mismo tal como está el sector audiovisual, internet es una excelente herramienta para difundir el cine», sostiene Ruben S. Ferrer.

Herramienta de ONG

Las ONG son conocedoras del poder comunicativo que resulta de la fusión del cine e internet. Una de ellas es la valenciana Terra Pacífico que concursó con 'Ninguna champa en Morazán' en la sección de documentales de Cinema Valencià de la última Mostra. Son tres historias cruzadas que introducen al espectador en el mundo de la cooperación en El Salvador. en la misma categoría compitieron 'Los caminos de la vida', que viaja a la sociedad de Venezuela, y 'La cometa de Andrei', que aborda la migración rumana.

El cineasta Samuel Sebastián participó en el último festival de cine de Valencia. Lo hizo con 'Las migrantes' y 'El camino sin fin', dos documentales que abordan la inmigración. Su objetivo es «concienciar a la sociedad del precario estado de las personas migrantes», que vienen con ilusiones y poco a poco las van perdiendo «porque tampoco se les ofrece demasiadas oportunidades». «Vienen con una imagen distorsionada y poco realista de España. Reconocer a sus familias que no les va bien aquí es admitir un fracaso», explica Sebastián, que con sus documentales quiere combatir esa visión negativa que ofrecen los 'mass media' de los inmigrantes .

Habitual tras las cámaras en películas de contenido social, Sebastian relató que el documental arranca cuando los subsaharianos salen en libertad después de un duro y complicado viaje en patera, de haber estado en el hospital e ingresados 40 días en el Centro de Internamiento de Extranjeros.

«Normalmente son días confusos. Les acogen en programas de ONG y empiezan a aprender un poco de castellano. Se dedican a descansar porque están agotados pero también tienen que prepararse para su nueva vida. Aprenden a comprar y hacer las cosas cotidianas y descubren que hay choques culturales», sostiene.

«La imagen engancha y es perfecta para lograr que el espectador se implique en la historia», concluye Sebastián.