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MARÍA JOSÉ CARCHANO ,
Martes, 5 de abril 2011, 15:00
Un día histórico, para recordar. El primer viaje del AVE que une Madrid y Valencia ha durado 93 minutos (ha salido con retraso a las 11.08 horas y ha llegado con adelanto, a las 12.41 horas) y ha unido durante unas horas a Gobierno y oposición, a PP y PSOE, a políticos, empresarios y ciudadanos, Un día que quedará para siempre grabado en la memoria de los valencianos, el día que llegó el AVE, el que durante tantos años se reivindicó y que se ha hecho realidad.
En vísperas de Navidad, el mejor regalo para los valencianos ha llegado con los Reyes, don Juan Carlos y doña Sofía, acompañados del presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, del presidente del Consell, Francisco Camps, de su homóloga en la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, y de la alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, junto a numerosos políticos y empresarios valencianos que se han convertido en los pasajeros de honor del primer AVE a Valencia.
La puesta de largo del nuevo AVE ha aparcado por unas horas las diferencias y la crisis, al menos del discurso político, centrado en esta ocasión en un mensaje optimista y en la mutua felicitación por este nuevo trazado que acorta las distancias entre Valencia y la capital.
En una jornada marcada por el frío y la amenaza de lluvia, cerca de un millar de políticos de todo signo, empresarios y representantes de las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado han aguardado durante más de una hora en el vestíbulo de la estación la llegada del nuevo AVE.
Esta espera ha dado pie a numerosas conversaciones y encuentros entre un nutrido grupo de dirigentes que, por unas horas, han dejado a un lado sus diferencias políticas y se han felicitado por la inauguración de este nueva conexión.
Los miembros del Gobierno popular valenciano han charlado de forma distendida con los representantes del Ejecutivo socialista, e incluso los presidentes autonómicos de ambas regiones, Francisco Camps y Esperanza Aguirre, han expresado públicamente su agradecimiento al Gobierno y al ministro de Fomento, José Blanco.
También se han podido ver algunas escenas curiosas en clave autonómica, como ha sido la pequeña charla frente a las vías que han mantenido el todavía delegado del Gobierno en la Comunitat, Ricardo Peralta, cuya destitución fue comunicada por el vicepresidente tercero Manuel Chaves, y quien presumiblemente le sucederá, la concejal socialista en el Ayuntamiento de Valencia Ana Botella.
Tras ellos, varios operarios sacaban brillo, trapo en mano, a las locomotoras estacionadas en los andenes mientras otros terminaban de colocar centenares de sillas blancas, a juego con el escenario, que instantes después ocuparían las autoridades en sus discursos.
El discurso del ReyEl rey don Juan Carlos ha asegurado en su discurso de inauguración que el nuevo trazado ferroviario de alta velocidad que desde hoy une Madrid y Valencia "es una muestra tangible de los magníficos resultados que el quehacer conjunto y la visión solidaria y de futuro pueden aportar al progreso de España y los españoles".
En su discurso a la llegada a la estación Joaquín Sorolla de Valencia, el monarca se ha mostrado orgulloso "por la dimensión y calidad de estas obras, así como por el éxito en su ejecución y el significado de este gran proyecto".
Estas instalaciones permitirán, a su juicio, "mirar adelante en un momento de crisis y dificultades económicas con mayor optimismo, gracias a realizaciones concretas".
"La inauguración de esta línea, un proyecto largamente acariciado durante años, marca un hito en la expansión de nuestra red de alta velocidad, que hace días se amplío con la línea Madrid-Cuenca-Albacete, y que hoy mismo se convierte en una de las más modernas y extensas del mundo", ha añadido.
Una estación preciosaLa estación que les recibe ha costado 40 millones de euros, y parece de todo menos provisional. Tiene seis andenes para alta velocidad y otros tres para trenes de ancho ibérico, ya que también los Euromed, que conectan Alicante con Barcelona, pararán en esta estación. Será a partir de mañana cuando los valencianos puedan subirse a un AVE y tener las mismas sensaciones que han tenido hoy los Reyes: mucha velocidad, que ha permitido conectar las dos capitales en hora y media. Son trenes que se estrenan para la ocasión, los S-112 construidos por Talgo-Bombardier, y que tienen más de 12.000 caballos de potencia. Por poner un ejemplo. Y es que viajan a más de 300 kilómetros por hora.
En la estación han esperado la llegada de los Reyes una representación ilustre de toda la sociedad, la política y la economía valenciana. En total, cerca de 90 medios de comunicación y unos 900 invitados acreditados para el acto. Desde las 11 de la mañana han comenzado a llegar alcaldes, diputados, empresarios, representantes de instituciones y administraciones. Una de las primeras en llegar ha sido la presidenta del Tribunal Superior de Justicia, flamante en su nuevo cargo, Pilar de la Oliva.
La anécdota del día
La anécdota de la jornada la ha protagonizado un convoy, también del AVE, en el que viajaban centenares de trabajadores que han intervenido en la construcción de la línea y que ha entrado a la estación de Valencia instantes antes que el de las autoridades que venían desde Madrid y que ha despertado la atención de los asistentes.
A pesar de los cuatro minutos de retraso con los que el tren en el que viajaban los Reyes y el resto de la comitiva ha salido de la estación madrileña de Puerta de Atocha, el AVE inaugural ha compensado el tiempo perdido por el camino y ha llegado puntual a Valencia .
Los discursos inaugurales del rey, el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero; el ministro de Fomento, José Blanco, y los presidentes autonómicos Francisco Camps y Esperanza Aguirre han sido emitidos a través de varias pantallas distribuidas prácticamente en cada esquina de la estación.
De hecho, buena parte de los 90 medios de comunicación acreditados para cubrir este acto han conectado en directo en algún momento de la inauguración para informar del transcurso de la misma.
Una vez concluido el acto oficial, la organización ha recogido rápidamente las sillas y ha despejado el vestíbulo de la estación en apenas cinco minutos para que invitados y periodistas pudiesen disfrutar de los refrescos y los canapés servidos, aunque separados por un cordón.
Bajo el luminoso que marcará las salidas y las llegadas de los trenes a partir de mañana, con la puesta en marcha del servicio comercial, ha estado presente en todo momento un rótulo que no ha dejado de saludar: "Bienvenidos a la estación Joaquín Sorolla de Valencia ".
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