Propinan una brutal paliza al consejero de Cultura de Murcia

El consejero de Cultura y Turismo de Murcia, Pedro Alberto Cruz, recibió, en la tarde de ayer, una brutal paliza que le ha obligado, incluso, a entrar en quirófano. Ayer, de madrugada, el consejero estaba siendo intervenido de las graves heridas que presentaba en el rostro, concretamente en el pómulo y en un ojo. Esta agresión se produce en medio del clima de máxima tensión por las protestas que, desde hace semanas, se vienen sucediendo en contra del 'tijeretazo' presupuestario. Muchas de las críticas fueron dirigidas contra el propio Cruz.

La agresión se produjo en torno a las 19.00 horas, cuando el consejero del Gobierno de Valcárcel entraba en su vivienda, situada en la céntrica calle Cánovas del Castillo de Murcia, para recoger a su hijo. Tres jóvenes le estaban esperando en las inmediaciones. Al parecer, dos de ellos le habían estado siguiendo y uno le estaba aguardando en la puerta de la vivienda. Estos individuos tienen, al parecer, edades comprendidas entre los 26 y los 29 años.

Los jóvenes se abalanzaron sobre Cruz al grito de «sobrinísimo, hijo de puta». Este comentario guarda clara alusión con el parentesco de este político con el presidente regional, Ramón Luis Valcárcel. Cruz, sin embargo, no es su sobrino. Su padre es primo de la mujer del presidente. Los asaltantes le propinaron diversos golpes en la cara, algunos de ellos, incluso, con un puño americano.

Tras recibir la paliza, Cruz se dirigió por su propio pie al Hospital Reina Sofía de Murcia. Allí fue intervenido quirúrgicamente tras confirmar que presenta diversas fracturas de consideración en la cara, concretamente en el pómulo. Además, los golpes le han dañado gravemente un ojo. El parte habla de una «fractura del arco cigomático, una fractura del suelo de la órbita y fractura hundimiento del maxilar superior».

El presidente del PP, Mariano Rajoy, mostró su más «enérgica condena» ante la «intolerable agresión». En una nota, Rajoy afirmó que es el «último y más grave episodio de una campaña de acoso contra el Gobierno de Murcia», ocurrido ante «la pasividad del Ministerio del Interior». Por lo que exigió al titular de este departamento, Alfredo Pérez Rubalcaba, que garantice la seguridad de los miembros del Gobierno murciano.