Lola Johnson, portavoz del Consell y consellera de Cultura y Turismo

De la dirección de la televisión autonómica a ser la nueva imagen del renovado Consell. «Como soy negra, me dan todos los marrones», se ha hartado a decir en público esta abogada de 46 años que da el salto a la política tras una dilatada trayectoria en los medios de comunicación. Desde directora de informativos del ente a la dirección del segundo canal y, por último, la dirección informativa de Canal 9.

Será desde hoy la nueva imagen del Consell y la encargada de poner cara a la gestión de un Ejecutivo lastrado por la crisis económica. Gran conocedora de los medios de comunicación, es resolutiva, con carácter y tiene las ideas muy claras.Saldrá cada viernes a dar cuenta ante los que han sido sus colegas de profesión en la rueda de prensa posterior al pleno del Consell.

Tiene ante sí el reto de capear la crisis, que será determinante en las tres carteras que pasará a ostentar: Turismo, Cultura y Deportes. La promoción de la imagen turística de la Comunitat juega a su favor, como gran conocedora de la realidad social y de los municipios. Algo que viene reclamando el sector. Hay que destacar que el Turismo representa el 14% del PIB de la Comunitat.

En Cultura tiene encargos de la anterior consellera como la creación de un nuevo centro coreográfico en Valencia. También seguirádando juego con el austero presupuesto que está por recibir. Se encontrará con un revuelto sector teatral, con la responsabilidad de nombrar a un director o directora del Museo San Pío V o ajustar la programación cultural a la época de tijeretazos. Su antecesora solventó con éxito la polémica del teatro romano y abrió el Museo del centro Carmen.

Su experiencia como directora de la televisión autonómica le ha servido para formar y trabajar en equipo. Quienes la conocen la definen como mujer de contrastes. Dulce pero sobria, con un gran sentido común y las ideas muy claras, esta licenciada en derecho valenciana, madre de dos hijas, llega con fuerza al Ejecutivo valenciano.

Será la responsable de una nueva conselleria en la que se unen dos anteriores (Cultura y Turismo) y a la que también se suma la postavocía del Gobierno. Su capacidad de resolución ha sido determinante para que el presidente de la Generalitat, Francisco Camps, pensara en ella para este puesto de tanta responsabilidad. «Tiene una memoria impecable para lo bueno y para lo malo», dicen sus allegados.

Lo que parece claro es que deberá aunar austeridad con dos de las áreas que suponen un mayor regalo y visibilidad dentro de la política. Pero también mano dura y firmeza para dar a conocer las opiniones de un Ejecutivo en el que deberá primar el control del gasto y la austeridad sobre la visibilidad de la Cultur a y la importancia del Turismo.