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CARLOS BENITO
Martes, 24 de enero 2012, 18:07
Trent es un experto en seguridad informática residente en California que se ha hecho famoso como donante gratuito de semen fresco, directamente de la fuente a un bote y del bote a su destino, una práctica que le ha convertido en padre biológico de 15 niños pese a que, a sus 37 años, dice mantenerse virgen. Entre sus hábitos singulares destacan otros dos: lleva cuatro años comiendo todos los días lo mismo y cuelga en Internet vídeos donde se le puede ver masturbándose, a veces con complementos tan inesperados como una pelota de waterpolo o una bolsa de arándanos congelados. Hala, ya está hecho.
Trent, hijo de un pastor evangélico, dona semen de forma personal y altruista desde 2006. Las personas interesadas contactan con él a través de su web, firman un acuerdo ante notario y quedan para consumar la donación, una vez o todas las que haga falta. El lugar de encuentro es el propio domicilio del informático, en Fremont: como en esta materia los plazos son decisivos, deben enviarle un mensaje de móvil quince minutos antes de llegar y otro cuando ya estén ante la puerta. Trent les entregará entonces un bote de muestras con el semen recién extraído, que «debe ser transferido inmediatamente a la receptora». Incluso puede suministrar equipos gratuitos con su jeringa y su pipeta. En la página, Trent aporta detalles y alguna fotografía de los quince hijos de los que tiene constancia, aunque puede haber más, ya que el contrato no obliga a avisarle cuando se produce un parto. Ahora mismo tiene en marcha dos embarazos, con nacimientos previstos para abril y julio. La frescura del producto resulta esencial, así que todos los años ha de rechazar medio millar de solicitudes procedentes de otros lugares, ya que no contempla el envío por mensajería.
No se trata del único donante personal de semen en Estados Unidos, ni mucho menos, pero su caso trascendió cuando la FDA, la agencia que se encarga de alimentos, medicinas y productos biológicos, le ordenó que cesase en su actividad, al considerar que su «empresa» se ocupa de producir células humanas -la palabra exacta, que tiene su chiste, es «manufacturar»- sin adoptar las precauciones necesarias contra la transmisión de enfermedades. Los abogados de Trent sostienen que el contrato convierte a donante y receptora en «compañeros íntimos», envueltos en una relación personal donde no pinta nada el Estado. Entre sus aliados figura el periódico digital 'The Huffington Post', que recuerda que algunas mujeres llegan a gastar 50.000 euros para quedarse embarazadas en los bancos de esperma convencionales.
Batido de la fertilidad
Más allá del debate legal, lo que ha conseguido la FDA con esa orden sin precedentes es convertir a Trent Arsenault en un personaje repentinamente popular, objeto de reportajes en prensa y televisión. Fue precisamente en una entrevista con la CNN donde desveló su virginidad, ya que considera la donación de semen como una suerte de tendencia sexual, que ha bautizado como 'donosexualidad'. «He consagrado el cien por cien de mi energía a producir esperma para parejas sin niños», ha aclarado. Su disciplina ascética no se limita a las relaciones de pareja: en el esfuerzo por preservar el nivel de calidad de su «esperma orgánico», se atiene a una dieta invariable de solo 1.800 calorías diarias, que le permite mantener el peso de 67 kilos con una estatura de 1,88. A mediodía, come una ensalada de espinacas, coco, zanahorias y brécol; por la mañana y por la noche, lo que denomina «batido de la fertilidad», que incluye ingredientes como arándanos, plátano, piña, semillas de lino o leche de almendras. Por supuesto, se mantiene apartado del alcohol y las drogas. Y, más allá de los hábitos, en su web también presume de genética: Mary Josephine Arsenault, pariente lejana suya, vivió 114 años y llegó a convertirse en la persona más anciana de Estados Unidos.
¿Cómo? ¿Que en este repaso falta algo de lo que se avanzaba en el primer párrafo? Claro, alguna baza había que guardarse para el final, y en eso la pornografía nunca falla: con el salto a la fama de Trent Arsenault, también ha trascendido su afición a filmar con todo detalle sus sesiones, a veces bastante creativas, y colgarlas 'en abierto' en la red, donde han acumulado más de tres millones de visionados. Se podría interpretar que lo hace por simple voluntad de transparencia, como un productor orgulloso que abre al público las intimidades de su granja, pero él mismo ha explicado sus motivaciones en una entrevista con 'Gawker': «Esos vídeos contribuyen a mi deseo sexual», ha dicho.
A veces, incluso le han servido como publicidad, porque hay parejas que descubrieron su existencia en una de estas películas y han acabado criando un hijo suyo.
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