El Supremo confirma la cárcel para un coronel por acoso sexual a una capitana en Valencia
La Sala de lo Militar adopta esta decisión al desestimar el recurso contra la sentencia del Tribunal Militar Central
EP
Miércoles, 9 de enero 2013, 16:38
El Tribunal Supremo (TS) ha confirmado la pena de dos años y diez meses de cárcel que le fue impuesta en 2012 al coronel del Ejército de Tierra Isidro José de Lezcano-Mújica por un delito consumado de abuso de autoridad por someter a acoso sexual y laboral a una subordinada con rango de capitán.
La Sala de lo Militar adopta esta decisión al desestimar el recurso del coronel contra la sentencia del Tribunal Militar Central que el pasado 8 de marzo le condenó a la citada pena de prisión y a indemnizar a la víctima con 6.000 euros como autor de sendos delitos de abuso de autoridad en su modalidad de trato degradante a un subordinado y en su modalidad de maltrato de obra a un subordinado.
La sentencia consideró probado que, entre abril de 2008 y junio de 2009, el entonces teniente coronel, destinado en el Regimiento de Transmisiones de Valencia, "llevó a cabo una serie de acciones" en relación con una capitana que tras una misión de paz en Líbano se incorporó a su unidad.
En uno de estos episodios, el teniente coronel le pidió que le acompañar a una reunión que iba a celebrarse en Valladolid en sustitución de otro capitán "como secretaria, ya sabes, como una secretaria de falda corta".
Ante la extrañeza de este comentario, la mujer dio cuenta a su inmediato superior y ya en Valladolid en el transcurso de la reunión el teniente coronel se sentó a su lado y aprovechó para ponerle la mano en la pierna "acariciándola y subiendo con ella hacia la entrepierna, haciendo ésta un movimiento de sorpresa al notar el contacto y levantándose bruscamente".
Meses después la volvió a abordar y le acarició el brazo llegando casi hasta la cara a la vez que le decía que tenía que llevarse bien con él, y en otro de estos actos de acoso la capitán le advirtió de que mientras ella vistiera uniforme, para él ella era un capitán y no una mujer, a lo que éste le contestó que se arrepentiría.
Después de aquel incidente, la actitud del teniente coronel se volvió hostil y en octubre, cuando la mujer se encontraba con otros dos compañeros, el teniente coronel se acercó de forma airada al grupo y profirió reproches contra ella. En junio de 2009, la interceptó en el aparcamiento y "la agarró fuertemente de ambos brazos y la empujó violentamente contra el vehículo" para decirle: "Si mi carrera se ve afectada, acabaré contigo".
Sobre la verosimilitud del testimonio de la víctima, en el que se basa la sentencia ahora confirmada, el TS recuerda que el tribunal militar dejó reseñado el crédito de su declaración y las de los distintos testigos, unos directos y otros de referencia, "quienes se manifiestan con rotundidad y firmeza, sin contradicciones fundamentales". Además observa que no es "posible imaginar una supuesta concertación o confabulación en contra de los intereses del acusado, ni la existencia de cualquier otro motivo espurio".
La sentencia, de la que ha sido ponente Francisco Menchén, cuenta con un voto discrepante del magistrado Benito Gálvez, que considera que los superiores de la capitán, a los que en todo momento dio cuenta de lo que ocurría, pudieron evitar la situación de acoso.
Además entiende que la Sala debió anular la sentencia para la práctica del análisis psiquiátrico que reclamaba el teniente coronel, que alegó la presunta personalidad conflictiva de la víctima y su ánimo de venganza por no haberle dado una plaza vacante, y determinar así la credibilidad de su testimonio.
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