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A. RALLO
Martes, 18 de junio 2013, 20:29
Carlos Joaquín Ramón, expresidente de la Asociación de Enfermos y Trasplantados Hepáticos de la Comunitat Valenciana se enfrenta a dos años de prisión por utilizar las tarjetas de la entidad en beneficio propio. Así, la fiscalía le acusa de haber pagado con fondos de la asociación viajes a Jaén y Cadaqués, las revisiones de su coche, la prueba del menú de boda, gastos de peluquería e incluso la factura de gas de su suegra. Está acusado de un delito continuado de apropiación indebida y el fiscal también reclama que indemnice a la Asociación de Enfermos y Trasplantados Hepáticos con la cantidad defraudada.
En total, según el escrito de calificación del ministerio público, el hombre se apropió indebidamente de más de 16.000 euros, desde el año 2007 hasta el 2010.
Carlos Joaquín ha admitido en el juicio que se celebra contra él en la Audiencia de Valencia que "puntualmente, en alguna ocasión" utilizó las tarjetas para fines propios, pero ha asegurado que esos importes se descontaban posteriormente de lo que le correspondía recibir como gastos de representación.
El procesado, que ha asegurado no recordar algunos de los pagos que se le atribuyen, ha indicado que "nunca ha dejado de pagar" lo que ha podido "usar de la tarjeta" de la asociación y ha explicado que estas cantidades las "compensaba" al cabo de "dos o tres meses, cuando se hacían los reajustes de los gastos de presidencia" y también "a final de año". El acusado ha comentado que "de los 1.000 ó 2.000 euros" que recibía por sus funciones como presidente "se descontaba" el dinero que había gastado con las tarjetas de la organización.
Los miembros de la asociación han desmontado la versión del acusado y han afirmado que era él quien manejaba las cuentas y, además, no les dejaba tener acceso a los extractos de las tarjetas de crédito y débito.
La entidad era titular de dos tarjetas de crédito que eran utilizadas por quien ostentara el cargo de presidente para realizar pagos por compras o servicios destinados a fines propios de la asociación, como recoge la calificación fiscal, que también afirma que "desde su apertura, ambas fueron utilizadas de forma exclusiva por el acusado".
Asimismo, el ministerio fiscal sostiene que en el periodo que ejerció como presidente, este hombre "con evidente ánimo de lucro, utilizó la tarjeta en beneficio propio, realizando compras y pagos para sus fines personales y no para los de la asociación". A este respecto, establece que en 2007, el procesado dispuso para fines propios 658,86 euros con una de las tarjetas y 113,76 euros con la otra; que en 2008, gastó para fines propios de 4.035,96 euros con una de ellas y 1.085,79 euros con la otra.
"Nunca ha faltado dinero"
Posteriormente, señala el fiscal, en 2009 abonó para fines particulares 4.253,60 euros con una las tarjetas y 2.206,98 con la otra, y que en 2010, gastó para él 2.454,07 euros por un lado y 1.445,55 por otro con ambas tarjetas hasta llegar en todos esos años a hacer un gasto de 16.254,60 euros.
"Si me tenían que dar 2.000 y había gastado 400, me daban 1.600", ha precisado el acusado, que ha insistido en que "si había algún gasto particular, se compensaba" en "el momento oportuno, de forma recta". De este modo, ha señalado que se hacía la "comprobación" correspondiente y que "nunca ha faltado dinero en la asociación" aunque ésta "nunca ha llevado la contabilidad de forma estricta" porque había "confianza". A este respecto, ha apuntado que no le dijeron "nada" y que si se hubiera quedado dinero "faltaría".
El acusado ha afirmado que no admitía que se dijera que se había apropiado indebidamente de 16.000 euros, ha negado también que pagara con dichas tarjetas el menú de prueba de su boda porque "no hubo" y ha dicho que no recordaba "nada" de un viaje a Cadaqués que pagó también con dinero de la asociación. No obstante, ha reconocido que las tarjetas estaban domiciliadas en su casa desde que se hicieron pero que él no había nada "ninguna orden" para ello.
El expresidente de los trasplantados hepáticos ha afirmado que si ha utilizado "ocasionalmente" las tarjetas fue o porque no llevaba la suya o porque ésta no funcionaba. "Yo no he robado nada, en mi vida. Lo he devuelto todo" y "ni soy un sinvergüenza, ni robo. Yo rendía las cuentas a quien tenía que rendirlas", ha manifestado. Además, ha indicado que él "nunca" llevó la contabilidad de la entidad porque esta era una función que correspondía al "tesorero".
"Datos contables"
El juicio se ha iniciado después de que la defensa del procesado haya cuestionado la "competencia de la sala" para juzgar a su cliente y haya estimado que correspondía a un juzgado de la Penal. El abogado defensor, que ha destacado la "indefensión" del acusado, ha pedido también que se solicitara a la Generalitat un informe con las subvenciones que ha dado a la asociación por contener "datos contables necesarios para completar las cuentas".
El tribunal ha hecho un receso para deliberar sobre estas peticiones pero finalmente ha desestimado los argumentos de la defensa, como también han hecho la fiscal y el letrado de la acusación. Todos ellos han considerado que las solicitudes no estaban relacionadas con los hechos que se juzgaban este martes.
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