
Secciones
Servicios
Destacamos
borja olaizola
Lunes, 19 de agosto 2013, 19:08
Reconoce que su familia siempre ha sido reacia a los cambios. Es comprensible: la Casa de Alba es una nave de gran tonelaje cargada de patrimonio histórico, artístico y cultural a la que cuesta hacer virar. Pero hay que adaptarse a los tiempos y Cayetano Martínez de Irujo, consumado jinete, ha echado pie a tierra para convertirse en empresario y sacar más provecho de tanta finca comercializando sus productos. Aceite, carne, trigo y naranjas componen, de momento, la oferta de su línea de alimentación gourmet, que transforma en marca su linaje. A partir de ahora, cualquiera podrá decir que come como los Alba, la familia que más títulos nobiliarios ostenta en España. Cayetano, que cumplió en abril 50 años, explica en este entrevista el nuevo rumbo que quiere dar a la Casa.
- Hay cientos de aceites en el mercado, ¿por qué debería probar el suyo?
- En primer lugar, porque le puedo asegurar que es un aceite virgen extra, variedad picual 100%, de buenísima calidad. Somos conscientes del mercado actual y nuestros objetivos con el lanzamiento del aceite Casa de Alba es sentirnos orgullosos del trabajo realizado y no defraudar a nuestros consumidores. Esperamos que nuestro producto se mantenga para ir creciendo y mejorando poco a poco. Queremos ser una marca que perdure en el tiempo. Y en segundo lugar, porque el nombre Casa de Alba, cuanto menos, seguro que suscita algo de curiosidad.
- ¿Conoce los olivares de los que se extrae el aceite?
- Sí, por supuesto.
- Creo que muchos son centenarios.
- Sí lo son, efectivamente. La finca El Carpio, en Córdoba, aúna siglos de tradición y modernidad: olivares de secano de hace más de 500 años conviven en un espacio único con campos de olivos jóvenes de regadíos.
- Son hermosos los olivos, ¿ha llegado a varearlos alguna vez?
- Tenemos un equipo de trabajo que se responsabiliza de esas tareas directamente.
- ¿Qué plato escogería para lucir su aceite, en cuál cree que se podrían apreciar más sus virtudes?
- Pues no sé si luciría más o menos, pero preferiría responder a cómo me gustaría tomármelo en este momento, y es en una tostada en el desayuno; y si es con mollete, tan típico de Córdoba, pues mucho mejor.
- ¿Se apaña en la cocina?
- Me encanta comer cualquier cosa que salga de ella. Si es posible, nunca desperdicio nada.
- ¿Cuál sería su comida favorita?
- Pues precisamente platos que van a la perfección con el aceite Casa de Alba: huevos fritos con arroz, patatas fritas y tortilla de patatas.
- ¿Vivir tantos años en el extranjero hace que se aprecie más la comida de aquí?
- Sin duda, nuestra comida, la materia prima española, es de lo mejor. Ahora, hay que reconocer que el país del que hablemos determina mucho esta comparación. En mi caso, Francia, donde he vivido la mayor parte del tiempo, le pone a España el listón muy alto.
-¿Qué otras cosas te enseña vivir fuera?
- Lo que no te enseña la universidad.
- Hábleme de las razones que han llevado a la Casa de Alba a comercializar sus productos. No habrá sido un paso fácil romper las inercias del pasado.
- No ha sido fácil, pero tampoco difícil. Había que dar pasos adelante y es lo que se ha hecho. Tenemos un patrimonio con muchas posibilidades de diversificación y es una lástima no poder explotar todo ese potencial que tenemos en el campo.
- Su madre le ha escogido a usted para llevar el timón. ¿Le mira con buenos ojos?
- Simplemente ha sido una decisión. No sabría decir si me mira con buenos o malos ojos; lo que sí puedo asegurar es que, en cualquier caso, son ojos críticos.
Una Casa con muchos gastos
- Echar un vistazo a la lista de bienes de su familia da cierto vértigo. ¿Es posible mantener un patrimonio así sin desprenderse cada cierto tiempo de una parte?
- Lo que da vértigo son los gastos que genera ese patrimonio. De momento, estamos trabajando de acuerdo a la actual situación. Espero que las medidas que estamos tomando ahora, y las acciones que estamos llevando a cabo, consigan consolidar la Casa, que es nuestro objetivo prioritario.
- Sostenibilidad es la palabra de moda. ¿Se podría decir que con la comercialización de productos alimentarios, la Casa de Alba camina hacia su propia sostenibilidad, que es un paso para hacerla sostenible?
- Simplemente es una de las acciones para convertir Casa de Alba en una empresa en la medida de lo posible. Como le he comentado anteriormente, sería poco lógico no aprovechar todo nuestro potencial, como cualquier otra firma.
- Me imagino que se siente más a gusto en el campo que en una oficina. ¿Dónde cree que va a pasar más tiempo con su nueva responsabilidad?
- Me siento igual de cómodo en un lugar que en otro. Además, mi responsabilidad y trabajo requieren tener esa disponibilidad. Solo intento pasar el tiempo suficiente donde más necesario sea en cada momento, y responder a mi trabajo y obligaciones lo mejor posible.
-¿En qué época la gusta más el campo? En primavera cuando brota todo, los tonos pardos del fin del verano con la cosecha, los paisajes escarchados del invierno
- Cada estación tiene su momento, y si nos referimos a la recolección de los diferentes productos, cada momento tiene su encanto; pero si tuviera que elegir, me quedaría con la primavera, cuando todo brota.
- ¿Cuál es su paisaje preferido? ¿La dehesa, el monte, los campos de cultivo?
- Los campos de cultivo, sin duda.
- Aceitunas y carne en un primer paso, luego naranjas y trigo para pastas. ¿Han pensado en probar suerte en el mundo del vino?
- Hemos lanzado una línea de negocio con el propósito de poner en valor todos los recursos de producción y capital humano que tenemos, unido ello a un proceso de innovación, investigación de mercado y, sobre todo, búsqueda de la excelencia en gastronomía, pero, por el momento, no nos planteamos entrar en el mundo del vino.
- ¿Qué otros proyectos tienen en mente?
- Reenfocar la gestión de los eventos dentro de los palacios y alguno otro más que ya iré avanzando cuando llegue el momento.
- El campo es un valor seguro en tiempos de crisis. ¿Cuántas hectáreas suman las fincas de los Alba?
- Aproximadamente 25.000 hectáreas.
- ¿Diría que están bien gestionadas?
- Sin duda. Desde el año 2009 hemos hecho un esfuerzo en mejora y modernización en todos los sentidos, y creo que ello ha repercutido en una mejor gestión y por tanto mejores resultados.
- Tengo entendido que nunca han despedido a nadie de los que trabajan para la Casa, que no ha habido EREs entre los 380 empleados que dependen de los Alba...
- Efectivamente. Intentamos mantener a nuestro equipo. Estamos orgullos de todos ellos. Y únicamente se han llevado a cabo las jubilaciones que corresponden en cada momento.
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
El Diario Montañés
Publicidad
Publicidad
Recomendaciones para ti
Destacados
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.