La puerta abierta de Miquel Ricart

Su vida transcurre en la cárcel Herrera de la Mancha, en Ciudad Real, pero su destino se ha decidido hoy en Estrasburgo. Y es que, según expertos judiciales, el triple asesino de las niñas de Alcàsser, Miguel Ricart, podría quedar libre «en pocas semanas» después de que la Gran Sala del Tribunal Europeo de los Derechos Humanos haya tumbado la conocida como 'doctrina Parot'.

El fallo tenía en vilo al Gobierno, a la Fiscalía y a los jueces. También a muchas familias de víctimas de ETA e importantes criminales a los que la 'doctrina Parot' mantiene entre rejas pese a la voluntad de los condenados de reducir su tiempo de encarcelamiento.

Según Joaquim Bosch, portavoz de Jueces Para la Democracia, si Estrasburgo derogaba la 'doctrina Parot' en su fallo, «su decisión debería ser acatada por los tribunales españoles. En tal caso, lo más lógico sería que Ricart, a través de su abogado, solicitara su puesta en libertad al órgano ejecutor de su sentencia», en este caso la Audiencia de Valencia, que le impuso 170 años por los crímenes de Miriam, Toñi y Desirée cuando fue juzgado en 1997. En opinión de Bosch, su excarcelación podría ser «cuestión de semanas, lo que tardara el tribunal provincial en recibir y tramitar su solicitud».

Jueces Para la Democracia se muestra en contra de la 'doctrina Parot'. «No es admisible que un país tenga unas normas y luego se cambien en perjuicio del condenado. Una cosa es la necesaria repulsa y castigo por un acto criminal o terrorista y otra la aplicación de las leyes con las que funcionamos», expuso Bosch, confiado en que Europa cargue hoy contra la doctrina.

Francisco Silla, de la Asociación Profesional Para la Magistratura, se mostró en la misma línea: «Ricart podría salir en libertad de manera inmediata si Europa dicta que la 'doctrina Parot' es contraria a los derechos humanos. Pero no sólo eso. También podría pedir al Ministerio de Justicia una indemnización en concepto de daños y perjuicios por ese supuesto exceso de tiempo en prisión, aunque como es obvio cualquier ingreso debería destinarlo finalmente a pagar su indemnización a las familias de las víctimas».

Silla también estima que «si el fin último de las leyes penitenciarias es la reinserción, la doctrina Parot no parece tener sentido», si bien «también es muy lamentable que un asesino esté en la calle sin mostrar arrepentimiento o con manifiesto desprecio hacia la víctima o sus familiares».

'El Rubio', apodo con el que se conoce a Ricart, tiene hoy 44 años. Lleva en prisión desde antes de 1997. En ese año fue juzgado y condenado por el Código Penal de 1973, que contempla un día de descuento de trabajo por cada tres de trabajo en prisión. Amparándose en este cómputo y en su buena conducta en la cárcel quería que el 22 de mayo de 2011 se diera por cumplido su tiempo en prisión. Su solicitud llegó al Tribunal Supremo, que aplicó la 'doctrina Parot' y concluyó que los beneficios penitenciarios y redenciones por trabajo debían ser aplicados a cada una de sus condenas (los 170 años) y no al límite máximo de cumplimiento fijado en 30. Hoy esa manera de proceder podría pasar a la historia. Estrasburgo abre la puerta del recluso Ricart.

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