Petra Ecclestone y Kate, a la gresca por Van Dyck

La misión es harto complicada incluso para toda una duquesa de Cambridge. Tan difícil como impedir que una mujer con tanta pasta como Petra Ecclestone, la hija del magnate de la Fórmula 1 Bernie Ecclestone, coloque en una de las paredes de su mansión de Los Ángeles el autorretrato del pintor Sir Anthony Van Dyck, por el que ella y su marido, James Stunt, ya han pagado 15 millones de euros. Así, a tocateja. Pero la National Portrait Gallery de Londres, la que ha sido hasta ahora la residencia del famoso cuadro -aunque pertenecía a un coleccionista canadiense-, se ha puesto manos a la obra para conseguir que la obra del célebre artista del siglo XVII siga colgada de unas paredes más accesibles para el público que las del casoplón del adinerado matrimonio en Holmby Hills. Solo hay un 'pequeño' escollo: el museo tiene que alcanzar, como mínimo, los 15 millones que Petra Ecclestone ya ha depositado por el autorretrato. Hasta ahora, y desde el mes de noviembre, solo ha reunido 4,3 millones, algo menos de la tercer parte de la cifra necesaria.

Sin embargo, los promotores de la campaña cuentan con una aliada de lujo para conseguir su objetivo: Kate Middleton, presidenta de honor de la National Portrait Gallery, que ya se ha posicionado claramente a favor de mantener el cuadro en el museo. De momento, dejándose fotografíar junto al director de la galería con la intención de recaudar fondos. Pero la campaña continúa hasta el 13 de julio, cuando el ministerio de Cultura de las islas decidirá si continúa reteniendo la licencia de exportación de la obra -en base a los esfuerzos del museo- o se la adjudica definitivamente a Petra Ecclestone y James Stunt. Un matrimonio muy moderno, pero que en pintura más bien se decanta por lo clásico.