Saquean 16 casas en Formiche Bajo, un pueblo de Teruel de apenas 41 habitantes

Formiche Bajo, un pueblo de Teruel de apenas 41 habitantes, vivió el pasado domingo una auténtica pesadilla: 16 casas fueron asaltadas en un robo masivo de viviendas desconocido hasta la fecha en la zona. En algunos casos forzaron las puertas de acceso a las viviendas, pero en otros llegaron incluso a arrancar las rejas que protegían ventanas por las que lograron entrar.

El robo se produjo en la madrugada del domingo al lunes, cuando dormían los pocos vecinos que habitan este pueblo que en verano ve cómo se multiplica su población. Durante el resto del año apenas viven 41 personas en una localidad que que forma parte del término municipal de Formiche Alto. Entre ambas poblaciones apenas alcanzan los 200 habitantes.

Los ladrones habían preseleccionado las casas que iban a asaltar, todas ellas segundas residencias que no están habitadas de continuo sino que suelen ser utilizadas por sus propietarios en vacaciones, puentes festivos o fines de semana.

Las casas asaltadas están situadas en una zona del pueblo apartada de las calles más habitadas. Tanto, que del asalto se enteró antes la Guardia Civil que los propios vecinos. Los ladrones robaron una furgoneta para llevarse el material y la dejaron abandonada en Paterna, según ha informado Diario de Teruel, que relata que las llaves del vehículo estaban en un cajón, lo que aprovecharon los asaltantes para meter su 'botín' en la furgoneta. Cuando las fuerzas de seguridad localizaron el vehículo se pusieron en contacto con su dueño, que vive en Barcelona, y eso permitió comprobar los robos de los que habían sido objeto esas 16 casas de Formiche Bajo. Los ladrones se llevaron de todo: electrodomésticos, muebles, ropa... Hasta la furgoneta.

Todo apunta a que los autores son una banda organizada que se desplazó hasta el pueblo tras haber preseleccionado las casas que iban a asaltar, sabiendo de antemano que en ese momento estaban vacías porque no eran habitadas de forma permanente. Y la noche del domingo al lunes, en estos casos, es un momento especialmente vulnerable porque quienes acuden a los pueblos para pasar el fin de semana suelen haber emprendido el viaje de vuelta horas antes.