La desalinizadora de Torrevieja no podrá funcionar este año pese a estar finalizada

Las obras de la desalinizadora de Torrevieja están a punto de concluir, pero la planta no podrá empezar a producir agua hasta al menos dentro de un año, ya que no dispondrá de suministro de energía eléctrica.

Ni el Gobierno ni Acuamed, empresa dependiente del Ministerio de Medio Ambiente encargada de la construcción, han solicitado el permiso para conectar la planta a la red eléctrica. La tramitación de los expedientes puede demorarse al menos 12 meses, según fuentes de la Conselleria de Infraestructuras. A este periodo hay que sumarle el tiempo necesario para construir la subestación que alimentará el complejo.

La entidad que tiene que expedir la autorización para que la desalinizadora se conecte a la red es la Dirección General de Energía, dependiente de la Conselleria de Infraestructuras. Fuentes de este departamento resaltaron que hasta el momento no se ha recibido la documentación y confirmaron que al menos se necesita un año sin imprevistos para obtener el visto bueno.

La planta se ha convertido en una de las piezas clave sobre las que se asienta la política hídrica del Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero en la Comunitat Valenciana. Acuamed ha tratado de agilizar al máximo las obras, conscientes de que se trata de una instalación emblemática para el Ejecutivo.

La obra civil, iniciada en febrero de 2007, está prácticamente finalizada, según han explicado fuentes de Acuamed. Quedan detalles de acabado así como la instalación de los equipos, la parte más delicada de todo el proceso. La desalinizadora estará así lista para su conexión a fines de año, tal y como se comprometió la anterior ministra de Medio Ambiente, Cristina Narbona.

Pero todo apunta a que va a permanecer inactiva al menos durante un año más, el plazo mínimo que se necesita para conseguir los permisos administrativos para conectar la planta a la red eléctrica. Una inversión de cerca de 300 millones de euros finalizada quedará así en el dique seco. Posteriormente, aún tendrá que construirse la subestación eléctrica necesaria para su funcionamiento.

La conexión de una planta de estas características a la red eléctrica no es un procedimiento sencillo. El consumo estimado de la desalinizadora para producir los 80 hectómetros cúbicos previstos será de 320 gigavatios hora al año, el equivalente a lo que necesita el 3% de la población de Alicante.

La instalación necesitará la construcción de una red de alta tensión de 220 kilovatios de ocho kilómetros entre San Miguel de Salinas y Torrevieja y precisará una subestación eléctrica de 220 kilovatios en Torrevieja. Sólo así podrá empezar a desalar.