«Vale la pena y la prueba es que la gente repite»

El proyecto 'Vacaciones en Paz' trae este año a más de 4.500 niños saharauis a pasar el verano a nuestro país. La responsable del proyecto en Alicante, Ainhoa Pérez, cuenta que este año han venido menos niños de lo habitual.

«En Alicante casi todo son repetidores, solo han venido tres nuevos», asegura.

En un principio se intenta que los niños que vuelven tras su primer año sean acogidos por la misma familia si todo fue bien y no tengan que pasar otra vez por un período de adaptación.

Ainhoa entró en el proyecto hace 14 años. Comenzó acogiendo a uno de los niños en su casa. Y a los dos años se involucró por completo con la asociación Dajla (Solidarios con el Pueblo Saharaui), y se hizo coordinadora.

Ha combinado ambas labores todo este tiempo, sin embargo este año ha decidido centrarse en su labor como organizadora, ya que «todos los niños que he acogido ya han pasado la edad máxima».

Esta iniciativa trabaja con los niños del campamento de Tinduf hasta que cumplen 12 años. A partir de esa edad hay que contemplar otra clase de proyectos y mantener el contacto a través de cartas o vía telefónica. También existe la opción de ir a vistarlos a Argelia y conocer a su familia biológica, como es el caso de Ainhoa, que se quedó asombrada con el recibimiento que le prepararon.

La importacia de este proyecto recae especialmente en las revisiones médicas, ya que es algo a lo que muchos no tiene acceso en Tinduf. En ocasiones diagnostican problemas y enfermedades que requieren tratamientos que allí no están a su alcance y tienen que aprovechar los meses que pasan aquí.

Por otro lado , es una foma que tienen tanto los niños, como las familias de conocer otras culturas, a la vez que se hace visible la situación política que viven en su país.

Después de muchos años, Ainhoa asegura que «es una experiencia muy bonita y vale la pena, la prueba es que la gente repite y repite cada año».