El Rey pide «cuidar especialmente» a las pymes al ser las que más empleo generan

El Rey Felipe VI pidió ayer en Alicante, con presencia del Gobierno de España, el autonómico y el Instituto de la Empresa Familiar, que «cuidemos especialmente a las pymes por ser en nuestro país las entidades productivas que más puestos de trabajo crean». En la inauguración del decimoséptimo Congreso Nacional de la Empresa Familiar, que analiza durante dos días el papel de este tipo de tejido productivo en la salida de la crisis y la recuperación económica, el Rey hizo un alegato en defensa de este tipo empresarial al que calificó como «un activo fundamental para una economía sana y dinámica».

Felipe VI llegó puntual al Auditorio Provincial de Alicante, donde se celebra hasta hoy un evento nacional que reúne a quinientos empresarios de lo más granado de España, incluidos los propietarios o directivos de Mercadona, Inditex, Mango, Acciona, Planeta o Catalana de Occidente. Fue recibido a pie de coche, en una comitiva en la que también le acompañaba la ministra de Empleo y Seguridad Social, Fátima Báñez, por el presidente de la Generalitat Valenciana, Alberto Fabra, y por el presidente del Instituto de la Empresa Familiar (IEF) y propietario de Prensa Ibérica, Javier Moll. A continuación, saludó a los principales cargos públicos locales y de la Comunitat, además de Pedro Sánchez, secretario general del PSOE y ponente en la jornada. En la hilera de recepción se hallaban el presidente de Les Corts, Alejandro Font de Mora; el delegado del Gobierno, Serafín Castellano; la presidenta de la Diputación, Luisa Pastor; y la alcaldesa de Alicante, Sonia Castedo, la cual no tuvo ningún protagonismo en el congreso, pues, a diferencia de las ediciones anteriores celebradas en diversos puntos de España, la primera autoridad local ni leyó discurso oficial alguno de recibimiento, ni siquiera ocupó un lugar destacado en la primera bancada, al ser colocada en uno de los extremos, junto a Pastor, a cinco sillones de distancia del Rey. En un discurso leído, que solo se saltó ya en sus compases finales para desear que «si va bien a la empresa familiar significa que le irá mejor a toda la sociedad española», el Rey se mostró satisfecho de su presencia en Alicante y la Comunitat Valenciana por primera vez desde que asumió la Corona. Y entró en materia empresarial para destacar que este congreso «encaja perfectamente en la cultura alicantina, como tierra de emprendedores que, muy a menudo, encuentra su vocación empresarial en una clara tradición familiar». Agradeció al IEF y a sus distintas asociaciones territoriales (entre ellas la AEFA de Alicante, que fue la primera en incorporarse al instituto de la mano del desaparecido Manuel Peláez Castillo) por «mantener activo, con eficacia y proyección, con ideas y hechos, el gran proyecto que representa impulsar la empresa familiar y fomentar su importante papel en la economía de España».

«Bien en sí misma»

Ensalzó la empresa familiar «como un bien en sí misma» y destacó entre sus elementos que las hacen de «especial interés» el hecho de que son unidades productivas que ofrecen mayor estabilidad en el empleo; su cultura está asociada a un comportamiento emprendedor e innovador; tienen menores niveles de deuda y menores ratios de quiebra; y, por último, destacó el Rey, cuentan con un mayor número de mujeres en todos sus ámbitos, incluidos los consejos de administración.

Sin mencionar en ningún momento de su discurso, como tampoco nadie de los que le precedieron, el problema de la corrupción política en España, el Rey abogó claramente por la empresa familiar para «darle músculo y solidez a nuestra base productiva y luchar contra las altas tasas de desempleo». Y culminó su defensa de las pymes empresariales y en general las pequeñas y medianas empresas en base a ganar tamaño, como preconiza el propio IEF, «porque mayor tamaño medio de las empresas es sinónimo de capacidad para acceder al crédito y para exportar e innovar». «No olvidemos que es en el exterior donde nuestras empresas han dado muestras de fortaleza fundamentales para mantener los niveles de competitividad de nuestra economía», abundó.

En el arranque del congreso, el presidente de IEF, Javier Moll, tuvo palabras de recuerdo, como también anteayer en Elche, para con el expresidente de la Asociación de la Empresa Familiar de Alicante y propietario de la constructora Ecisa, Manuel Peláez Castillo, quien ya colaboró hace diecisiete años en organizar este evento nacional anual en Alicante. «Fue un éxito hasta el punto de tener que cambiar de la sede prevista», recordó Moll.

Valores como sostenibilidad, entre los que se incluyen el trato al trabajador «no solo como empleado, sino como persona» y la defensa del medio ambiente, fueron ensalzados por Moll «por los insoportables costes sociales y económicos que implica la no sostenibilidad».

El presidente de la Generalitat, Alberto Fabra, también intervino en el acto de apertura, junto a Francisco Gómez, de la empresa alicantina de la empresa familiar; John M. Scott, presidente de KPMG España y vicepresidente global de la consultora; y Javier Marín, consejero delegado de Banco Santander. Fabra dijo que el 95% del tejido productivo de la Comunitat Valenciana está conformado por empresas familiares «fruto de nuestro carácter emprendedor» y aseguró que Alicante tiene el mayor índice de emprendedurismo de toda España. «Han sabido asumir decisiones muy complicadas para sacar adelante el negocio, también con el compromiso de sus trabajadores y la aplicación del protocolo sucesorio, la internacionalización y valores y principios consustanciales a este tipo de empresas, como la dedicación y la ética». Fabra apoyó en la ética empresarial el garante de futuro. El Rey llamó la atención de no pocos empresarios locales. Tras las alocuciones hubo tiempo para el zumo y el café. Allí estaban, entre otros, los presidentes de la Cámara, José Enrique Garrigós, y de Coepa, Moisés Jiménez. Otros empresarios alicantinos o españoles destacaron la cercanía, naturalidad y paciencia de Felipe VI, quien conversó a diestro y siniestro, no evitó ninguna foto de recuerdo posando con empresarios o empresarias e incluso no rehuyó los tan de moda 'selfies'. Incluso sacó tiempo para detenerse, ya a la salida antes de tomar el coche oficial, para saludar y conversar uno breve minuto con la periodista alicantina Asunción Valdés, exjefa de Prensa de la Casa Real. Hubo aplausos del público congregado a su entrada y salida.