El número de familias con todos los miembros sin trabajo continúa al alza y llega a 81.400

Una de las consecuencias del drama del paro y la inactividad en la provincia tiene su traslación directa a los hogares, miles de los cuales tienen que recurrir a las entidades caritativas para poder subsistir con la recogida periódica de alimentos y productos básicos. La Encuesta de Población Activa (EPA) divulgada ayer no proyecta precisamente una mejora de la situación. Antes bien, sigue al alza tanto el número de hogares en los que todos sus miembros activos y con ganas y edad de trabajar están en el paro como el de familias en las que no hay ni un solo perceptor de ingresos dinerarios.

La provincia acumula la friolera de 81.400 hogares en los que nadie tiene trabajo, pese a tener voluntad y ganas de hacerlo. Eso supone 3.500 más que en diciembre, si bien la cifra baja en 6.800 respecto a doce meses antes. Por otro lado, las viviendas sin que nadie aporte dinero ni ingresos se elevan a 53.800, lo que supone 3.600 más respecto a diciembre y 300 más en relación a hace un año.

El sindicato CC OO considera que los malos resultados de la EPA para el primer trimestre en la provincia «tienen su reflejo en la situación de pobreza y vulnerabilidad de la población, con más casas sin ingresos», explica José María Ruiz Olmos. Añade que también hay 5.300 hogares más sin activos y 8.900 sin ocupados. «Los indicadores muestran el impacto del aumento del paro y la destrucción de empleo en las familias, hay menos viviendas con un ocupado o más y más viviendas con todos los activos parados», alerta el sindicato.

La coyuntura del día a día para miles de familias no levanta cabeza desde hace demasiados años. CC OO explica que si en el primer trimestre de 2008, antes del arranque de la recesión tras el estallido de la burbuja inmobiliaria, había 29.400 viviendas sin perceptores de ingresos en Alicante, la cifra se ha disparado en 24.400 durante la crisis, casi se ha duplicado, lo que hace pensar que ya no se trata de pobreza estructural, sino de nuevas familias que han acabado en el estado de pobreza sin solución de continuidad.

En la provincia hay un total de 748.000 viviendas familiares, según la EPA, 2.200 menos que en diciembre, lo que también significa que muchas se reagrupan para recortar y compartir los gastos de mantenimiento general. «Éste es el resultado del daño que produce un mercado laboral precario, estacional, en el que cuando aumenta el paro, al ser tan insuficiente la protección social, se dispara la pobreza. El desempleo genera pobreza, el empleo precario y la economía sumergida generan pobreza y, en esta provincia, se está configurando un mercado laboral extremadamente precario y, por tanto, muy vulnerable», añade Ruiz Olmos, quien añade que, junto a UGT, CC OO está impulsando una iniciativa legislativa popular para crear una renta mínima garantizada por ley. «La pobreza en Alicante supone una situación de urgencia consecuencia de las pésimas políticas sociales, económicas y de empleo del Gobierno».

Primero de Mayo

Precisamente el próximo Primero de Mayo, día del trabajador, los sindicatos reivindicarán esa renta mínima garantizada, que tanto ha dado que hablar en los últimos meses en la Comunitat Valenciana. Este diario se hizo eco de una queja del Síndic de Greuges de un caso extremo de una madre con varios hijos, uno de ellos imposibilitado, que sufrió cortes de luz y agua por no poder pagar los recibos al no aprobársele dicha renta mínima. Una orden de hace ahora dos años de la Conselleria de Bienestar Social acabó con la retroactividad de dicha paga, es decir, se paga desde entonces desde la fecha de la aprobación por la Conselleria, no desde la fecha en la que la familia pobre realiza la solicitud. Este cambio normativo fue duramente criticado por CC OO y UGT.