El Consell no prevé abolir este tipo de festejos, pero sí anuncia un mayor control

El presidente de la Generalitat, Ximo Puig, aseguró ayer que en el Gobierno valenciano no son «desde luego» partidarios de la «abolición» de los festejos de los 'bous al carrer', pero sí del control y de «extremar la precaución y la seguridad» en este tipo de espectáculos. Puig se pronunció así tras asistir a la toma de posesión del nuevo delegado del Gobierno, al ser preguntado por el fallecimiento la madrugada anterior de un turista francés tras ser corneado por un toro durante los espectáculos taurinos de Pedreguer.

El presidente indicó que, más allá de la consideración sobre estos festejos y de su tradición valenciana, son partidarios de que en ellos haya control, seguridad y «sobre todo» prudencia por parte del conjunto de la ciudadanía.

Puig lamenta que en lo que va de verano ya haya habido «diversas muertes» en estos festejos taurinos, y asegura que le produce «mucha tristeza» que una actividad de ocio pueda acabar convirtiéndose finalmente «en tragedia».

Por su parte, el delegado de Gobierno, Juan Carlos Moragues, punta que la celebración de 'bous al carrer' tienen una regulación autonómica y local y que, desde las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, cuando se produzcan estos festejos «se da cobertura de seguridad y protección». Moragues insiste en que en «los actos lícitos organizados por los municipios en la medida de nuestras posibilidades intentarán prestar nuestro servicio» para que «el ciudadano de a pie perciba que se encuentra en un entorno seguro». Por ello, recalca que «debe haber por supuesto cooperación y sintonía entre las Administraciones públicas».