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La Primitiva de este sábado entrega dos premios de 102.557,03 euros, uno de ellos en un municipio de 1.000 habitantes

«Aprendí mucho de Joyce, pero soy un fanático de Cervantes y del Quijote»

«Mi salud está casi tan quebrada como la de México», dice el escritor que ha superado varios infartos cerebrales y ha vencido al cáncer

M. LORENCI

Viernes, 13 de noviembre 2015, 01:53

Un telefonazo despertó al alba a Fernando del Paso en su casa de Guadalajara, en Jalisco. El ministro de Cultura, Íñigo Méndez de Vigo, le daba la buena nueva. Acababa de entrar en un selecto club con apenas 40 miembros, el Cervantes, para el que era candidato recurrente. «'¡Ya era hora!', me he dicho. He sentido una intensa emoción y mucha alegría», explica jovial por el mismo teléfono y postrado en su cama. «Es una gran satisfacción y un orgullo», dice con su dificultoso habla el escritor, que acepta el galardón «de muy buen grado».

«Mi salud está tan quebrada, casi como la de México», bromea recordando que ha sufrido «varios ataques isquémicos» que le tuvieron al borde de la muerte y que ha superado tres tipos de cáncer. «Por suerte recuperé el habla y puedo dar las gracias a España», se ufana Del Paso, que se mueve en silla de ruedas y solo lee los periódicos.

Se premia su osadía como narrador, por ser un innovador de estirpe cervantina. «Lo que de veras me llena de orgullo es lo de cervantino. Soy un fanático de Cervantes, hablo su lengua y escribo en ella, y don Miguel y su Quijote siguen siendo un referente muy vivo, claro que sí», sentencia. No tiene ningún libro nuevo entre manos. «Llevo tres años enfermo por esos ataques que casi me paralizaron y enmudecieron; no me entendía nadie, no podía articular palabra y ahora estoy aquí, explicándome» se felicita.

En su obra, como en la del padre de la novela, hay diversidad, riesgo e innovación. Y reconoce Del Paso que esos elementos «han sido algunos de los horizontes de mi carrera». «Aprendí mucho de Joyce y otros autores en lengua inglesa, y me dieron unos instrumentos muy valiosos que puse a trabajar», dice.

El autor de 'Noticias del Imperio' no sabe qué dirá en su solemne discurso de aceptación del Cervantes ante Felipe VI. «No puedo anticipar nada porque no estoy muy seguro y es pronto, pero está claro que hablaré de Cervantes», avanza. Sí sabe que con los 125.000 euros de bolsa del galardón «pagaré el pasaje de mis hijos para que me acompañen en España».

También se le premia por universalizar la historia de México. «Me parece magnífico», dice sin ocultar su tristeza por la cruda y dolorosa situación de su país. «Atraviesa por un momento más que complicado», concede. «Ojalá que pase y podamos salir de este infierno del narco, la corrupción, la pobreza, los asesinatos impunes y la injusticia. Es un periodo especialmente infeliz de nuestra historia, la de un México que se desmorona», lamenta.

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