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JUAN PABLO LAORGA
Lunes, 7 de diciembre 2015, 01:02
No hay nada como volver al hogar. Que se lo digan al Lucentum. El equipo alicantino regresó al Centro de Tecnificación, donde siempre olvida las penas que sufre cada vez que sale de casa, y volvió a ganar. Con la de ayer ya son cinco victorias como local en los cinco partidos que ha disputado esta temporada. Esta vez tocaba levantarse del tropiezo de la semana pasada en Getafe ante el colista, toda una sorpresa. Pero el equipo puso a funcionar la maquinaria en modo local y respondió a la perfección para mantenerse en los puestos altos de la clasificación.
Su víctima fue el Xuven Cambados, un conjunto con grandes especialistas en el juego exterior pero que llegaba a Alicante con dos derrotas consecutivas a sus espaldas y cerca del descenso. Los gallegos realizaron un gran primer cuarto y aguantaron el empuje local en el segundo. Pero tras el paso por los vestuarios, el Lucentum hizo lo que mejor se le da, pisar el acelerador y superar al rival a su antojo.
Aunque ayer tardaron más de lo habitual en despertar, pero acabó rompiendo dos récords de esta temporada. El equipo alicantino, el más defensivo del campeonato según las estadísticas, anotó 88 puntos, la cifra más alta de las diez jornadas disputadas hasta ahora. Por contra, encajó más que nunca (79), pero esa cifra es engañosa, ya que en los últimos tres minutos del choque, los lucentinos se dejaron llevar y encajaron un parcial de 0-8. Además, consiguieron dominar el rebote, atraparon 40 por los 27 de los gallegos.
El otro récord roto ayer fue individual. Jon Ander Aramburu completó la actuación más completa de un jugador del Lucentum esta temporada. El ala-pívot vasco fue el encargado de despertar al equipo cuando más adormilado estaba. Entró en el segundo cuarto arrasando y culminó su excelente encuentro en el último, en el que se lució con dos mates y un tapón espectacular. La grada agradeció su gran partido con una ovación cuando fue sustituido en los últimos minutos. Aramburu logró 29 puntos de valoración gracias a sus 17 puntos, 10 rebotes, dos tapones y tres faltas recibidas en los 18 minutos que estuvo en pista. Hasta ahora había tenido un papel secundario en el equipo de Kuko Cruza, pero ayer demostró por qué está en Alicante y que además puede ser importante en esta escuadra. Y eso que no fue titular.
Adrián Fuentes, Bowie, Porcher, Edu Guillén y Sherman formaron el quinteto titular otra vez. Pero no comenzaron bien. Con ellos en pista el equipo estuvo demasiado impreciso. Contagiados por el ambiente frío del Centro de Tecnificación, tan solo anotaron doce puntos en los primeros diez minutos. Pero no solo estuvieron negados de cara al aro, los pases no llegaban a su destino, los rebotes se escapaban de las manos y el Xuven lo aprovechaba para ponerse por delante en el marcador. Ni siquiera Guillén, siempre un seguro desde el perímetro, lograba anotar de tres a pesar de los intentos.
Pero en el segundo cuarto el partido cambió. Con Xavi Hernández, Chuso González, Carlos Martínez, Aramburu y Kody en pista el equipo fue más ofensivo. Comenzaba un encuentro nuevo, en el que ambos conjuntos se intercambiaron golpes, algo poco habitual en este Lucentum, siempre tan seguro y cerrado atrás. En la anarquía en la que se convirtió el choque apareció Aramburu para dar espectáculo y despertar al equipo y a la grada, sobre todo con un mate que puso en pie a la afición. Al recital de Aramburu se unió el joven Carlos Martínez, que sigue creciendo partido a partido. En el caos salió mínimamente beneficiado el Lucentum, pero no fue suficiente para irse al descanso con ventaja. Los gallegos aguantaron la embestida local para irse al descanso con empate a 40.
Al inicio del segundo tiempo continuó el caos, pero los alicantinos apretaron en defensa para distanciarse en el marcador ante un conjunto gallego muy peleón. El quinteto que había empezado volvió a la pista, pero esta vez más centrado en defensa y en ataque. Bowie y Porcher formaron una gran pareja y fueron los principales artífices de que el Lucentum comenzase el cuarto con un parcial de 6-0. Pero no iba a ser fácil. Bowie se cargó con tres personales y Kuko Cruza decidió sentarlo en el banquillo. El equipo notó la ausencia del escolta norteamericano a pesar de llegar con ventaja a los últimos diez minutos.
Fue en el inicio del último cuarto cuando los locales sentenciaron el encuentro. Aramburu volvió a la pista y siguió con su espectáculo particular. Dos mates casi consecutivos y un tapón del vasco fue lo último que se vio ayer en el Centro de Tecnificación, tras esas jugadas, Cruza sustituyó a un Aramburu que se fue ovacionado y el equipo, con el partido resuelto, bajó los brazos. Tanto, que el Xuven aprovechó para maquillar el marcador con un parcial de 0-8 en los minutos finales.
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