Los técnicos han reclamado el traslado en varias ocasiones

No son una, ni dos, las veces que los técnicos especialistas en restauración del Ayuntamiento de Alicante han manifestado su opinión acerca de la conveniencia o no de que se mantengan los disparos de mascletás en la plaza de Luceros. Y en todas las ocasiones abogaron por el traslado. En el último que consta en el Ayuntamiento, de abril de 2014, la restauradora habla de las mascletás como una causa directa del deterioro de la fuente. Dice, literalmente, que provocan «un daño irreparable» en el monumento.

«Provoca grandes daños, debido a la situación debilitada en la que se encuentra la fuente», apunta. «Se trata de un material degradado y descohesionado, al que se le somete todos los años a la fuerza de la onda expansiva de este espectáculo pirotécnico». Una onda, señala, que «actúa como golpes muy seguidos sobre una superficie muy debilitada ya de por sí. Ello crea microfisuras, que al llover, el agua penetra en ellas, oxida el hierro que se hincha o empapa el propio material, resquebrajándolo más. Cuando el sol lo seca, el fragmento se desprende».

La restauradora añade que, además, «estos espectáculos pirotécnicos dejan unos depósitos de pólvora en la superficie que no sólo afean la escultura sino que forman compuestos dañinos para el monumento, ya que agudiza el denominado 'mal de la piedra' que es la descomposición superficial de la piedra en forma de exfoliaciones, arenilla y desprendimiento de las capas externas».

Por otro lado, advierte de que la ordenanza de disparo de tracas, fuegos de artificio o cualquier elemento pirotécnico prohíbe hacerlo en «bienes de interés cultural o relevancia local». Y reclama, directamente, la «suspensión de las mascletás en el entorno de la fuente y traslado de las mismas a otra zona».

La misma técnico deja claro que, pese a que esta es su postura, se le ha requerido que proponga posibles soluciones ante «las dificultades técnicas aparecidas para ser trasladadas y por petición popular de que se mantengan en ese espacio». Y es cuando pasa a enumerar medidas para paliar la situación, como la doble pantalla y las mediciones. En las que tampoco se le hizo caso.