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R. A.
Viernes, 27 de mayo 2016, 00:42
Azahara Peralta, directora de obra en Acuamed, fue despedida, según relata al juez de la Audiencia Nacional, por negarse a pagar a FCC una reclamación de 40 millones de euros, que ella valoraba en tres millones y medio. «Mi equipo y yo lo estudiamos, revisamos toda la obra y concluimos que no era abonable tal reclamación», sostiene, y añade que a partir de ese momento empezó a recibir presiones, a través de la directora de Construcción de Acuamed, Gabriela Mañueco, para reunirse con el contratista.
Peralta asegura que se reunió en varias ocasiones con FCC pero sin llegar a un acuerdo, mientras la dirección de Acuamed le seguía presionando hasta que se entera de que se ha celebrado una reunión a la que no le han convocado y en la que la empresa pública accede a pagar los 40 millones.
Ante el relato de Peralta el juez Velasco, sorprendido, pregunta: «¿en esta empresa se echaba a la gente que se portaba bien? ¿que velaba por los intereses públicos?», «Eso creo», responde la extrabajadora de Acuamed.
Como Peralta, también fue despedida Gracias Ballesteros, la gerente de Acuamed para Cataluña y Valencia. Ballesteros explicó al juez Velasco cómo la empresa pública adjudicaba contratos y pagaba incluso por obras que no existían, como los dos millones de euros por una escollera en la Rambla Gallinera, en la provincia de Alicante.
En la grabación de su declaración, Ballesteros describe las amenazas recibidas a funcionarios de Acuamed para que adjudicaran obras a determinados contratistas «amigos» y para que dieran el visto bueno a algunas valoraciones de ofertas de empresas. Fue el caso, según revela la exgerente territorial, de un contrato para la obra Rambla Gallinera, que incluía el pago de dos millones de euros por la construcción de una escollera que, como vio con sus propios ojos, no existía.
«No había que ser muy listo para detectar que aquello era falso», le dice Ballesteros al juez a quien cuenta otras irregularidades en Acuamed con contratistas y las presiones que sufrió tanto por parte del exdirector de Acuamed Arcadio Mateo -principal acusado en la trama de corrupción- como del empresario Nicolás Steegmann, que le llegó a decir que «iba a destrozar su carrera profesional».
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