El alquimista de El Celler tiene más ganas de seguir trabajando

Representar al segundo mejor restaurante del mundo no es ningún desdoro. «Esto nos da más fuerza para seguir trabajando y más responsabilidad para el futuro», aseguró Joan Roca, chef de El Celler de Can Roca, después de saber que había sido destronado del número uno de la lista. El maestro de la cocina a baja temperatura resume en un adagio que repite siempre que puede su forma de entender el trabajo: «si quieres ir rápido, ve solo. Si quieres llegar lejos, haz el viaje acompañado». Él desde luego lo está. Con sus hermanos Josep y Jordi ha hecho de su establecimiento el exponente de la cocina imaginativa y refinada, de raíz vieja y savia nueva. Joan Roca, además de un gran cocinero, es todo un caballero. Pese a ser desbancado del podio por Massimo Bottura, se fundió con él en un abrazo. «Nos hemos abrazado porque nos queremos desde hace muchos años. Sabíamos que íbamos a ser uno u otro el ganador. Hay una gran relación de complicidad entre nosotros. Nos alegramos mucho de que sea el número uno este año», dijo.

El mayor de los Roca pasa por el investigador, el maestro y arquitecto de las creaciones culinarias. Sabe que como todos los premios, la lista convocada por la revista británica 'Restaurant' tiene un componente subjetivo y no se libra de la polémica. El ranking, por ejemplo, no es del agrado de los cocineros franceses, que se sienten relegados. Y así lo han manifestado en muchas ocasiones. De todo el tinglado, que este año se ha celebrado en Nueva York, Roca extrae una enseñanza. «Yo creo que la lección que hay que dar es la de la buena relación entre cocineros. Está en nuestro ADN».