Puerta grande para Jesús Duque

Jesús Duque ya gustó en la faena a su primero, un buen toro de Los Chospes al que el torero de Requena toreó con asiento y cierta elegancia en una faena templada y de corte vertical sobre el pitón derecho, que, sin embargo, se quedó sin premiar por la cicatería del palco.

Pero el lío gordo vino en el toro que cerró corrida y temporada en Valencia, un gran astado de Torrehandilla con ritmo y prontitud en sus embestidas, al que Duque, que protagonizó un precioso recibo capotero, cuajó de manera excelente en la muleta, con tandas sobre ambas manos de cuatro y hasta cinco muletazos y el de pecho. Todo muy ligado, muy compacto y rotundo.

Los tendidos vibraron con el despacioso toreo de su paisano, que volvió a agarrar una gran estocada. Esta vez el presidente no tuvo otra que concederle las dos orejas. Gran broche final a la temporada valenciana.

El francés Juan Bautista se mostró muy solvente para aprovechar la dócil y blanda condición del toro que abrió plaza, con el que anduvo muy dispuesto en una labor en la que se justificó sobradamente. Mató bien y salieron algunos pañuelos en demanda de un trofeo que no se le concedió.

Sí la cortó del cuarto, un buen ejemplar de Torreherberos con el que el Bautista logró una magnífica comunión, toreando con temple y notable cadencia, con gentileza y muy buen estilo. Faena compacta y bien rubricada con los aceros, salvoconducto para lograr el primer trofeo de la función.

El otro torero valenciano del cartel, Alberto Gómez, hizo lo más destacado de su actuación en su primero, un toro sosote, bajito de raza, que apenas aportó nada, con el que el diestro de la capital del Turia anduvo tesonero y muy voluntarioso, poniendo la chispa que le faltaba al animal.

El quinto se paró muy pronto, y Álvarez no pudo remontar una faena a todas luces imposible por la falta de oponente.