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Lunes, 15 de diciembre 2014, 23:59
«Únicamente los episodios de lluvia serán los que, de forma definitiva, hagan parar la plaga». Así de claro lo deja la directora general del medio natural, Salomé Pradas.
La razón es sencilla: la lluvia fortalece los árboles y aumenta su capacidad para segregar resina. Esta sustancia es la defensa natural de los árboles ante la presencia de escarabajos. Los atrapa antes de que los escolítidos se cuelen en su interior para iniciar su fase de reproducción.
La falta de precipitaciones a causa de la larga sequía que ha arrastrado la Comunitat en los últimos meses debilita los pinos, especialmente en las zonas donde menos ha llovido. Además de la falta de resina, los expertos alertan de un efecto añadido: aquellos ejemplares más enfermos por la escasa humedad emiten una sustancia que atrae al escarabajo hacia el pino débil.
Las lluvias intensas de este fin de semana y las caídas a principios de este mes suponen un alivio, pero no solucionan el problema. Después de muchos meses sin recibir riego natural todavía son necesarios más episodios de lluvias para que las pinadas sanen y se fortalezcan.
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