Los colegios concertados rechazan que las clases se den sólo por la mañana

La principal patronal de colegios concertados en la Comunitat, Escuelas Católicas, recela de la jornada continua, que implica concentrar las clases en horario matinal a petición de cada colegio. La postura se desprende de las declaraciones realizadas ayer por los máximos representantes de la organización, tanto a nivel nacional como regional, tras la presentación del estudio realizado sobre demandas educativas de los padres.

Vicenta Rodríguez, la secretaria autonómica de la entidad, consideró que aunque debe producirse un debate en el seno de cada comunidad escolar, «mayoritariamente» los centros concertados religiosos optarán por mantener la jornada partida. También recordó que hay casos en los que la modalidad general se aplica incluso en junio y septiembre para favorecer la conciliación. Además, disponen de un informe que desde un punto de vista pedagógico «fundamenta lo que supone de carga física y mental para los alumnos», para los que «es inviable tantas horas de clase seguidas».

Manoli Nieto, nueva presidenta de Escuelas Católicas en la Comunitat en sustitución de Rodríguez, que pasa a la secretaría autonómica, dio su opinión como docente. «Imaginen que después de seis horas me toca dar clase de Biología de dos a tres de la tarde, con los alumnos ya saturados. Ni estarían en condiciones ni yo tampoco», señaló. «La jornada continua supone aumentar el horario de mañana, y para tener todas las clases que fija el currículum mis alumnos de Bachillerato deberían estar hasta las tres», dijo.

La regulación aprobada el miércoles por la conselleria permite a los colegios de Infantil y Primaria solicitar una modificación horaria (puede ser jornada continua o mixta) cumpliendo una serie de requisitos, entre ellos, el apoyo de una amplia mayoría del censo de padres. En el caso de la Secundaria desde hace años la modalidad está mucho más extendida en los institutos, si bien es cierto que en los concertados que ofertan hasta el Bachillerato se mantiene la jornada partida.

Para Rodríguez, el debate debe ser más amplio: «En España tenemos muy malos horarios, los alumnos tienen dos horas y media para comer. En otros países, en los colegios privados que serían equivalente a los concertados no existe este margen porque todo el mundo come en el centro, por lo que pasadas las dos pueden reanudar las clases». A su juicio, «el tiempo en el mediodía es muy largo y también agota a los alumnos, sobre todo a los más pequeños, que pueden llegar a tener dos horas de juegos. Habría que procurar reducir esas horas, pero para ello todos los alumnos deberían poder quedarse al comedor. De lo contrario es un tiempo muy justo para los que salen», añadió.

También se refirió a la climatología, pues en la zona mediterránea, por ejemplo, es más complicado que las sesiones lectivas se prolonguen hasta las dos de la tarde en los meses en los que predomina el calor.

Para José María Alvira, secretario general de la patronal a nivel nacional, lo ideal es que cada comunidad educativa pueda decidir en función de sus necesidades, evitando imposiciones por parte de la administración. Eso sí, dijo que «habría que distinguir las razones pedagógicas de las razones laborales», pues «aunque todas son legítimas hay que presentarlas como tal, no enmascarar unas con otras».

Además, destacó que la escuela debe servir también para conciliar. «No acabo de entender los motivos por los que algunos padres piden la jornada continua, salvo que ambos la tengan sus trabajos. Creo que la conciliación es más fácil cuando la jornada es partida», sentenció.