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Los trabajadores de la residencia desalojada reciben a los usuarios. :: pablo mammana
«Cuando nos desalojaron de la residencia estábamos rodeados de humo y ceniza»

«Cuando nos desalojaron de la residencia estábamos rodeados de humo y ceniza»

Los residentes de Aigües Vives regresan al hospital y al centro de ancianos tres días después del infierno

ALICIA TALAVERA

Lunes, 20 de junio 2016, 23:57

carcaixent. Los internos de la residencia Aigües Vives que fueron desalojados el jueves ante el avance de las llamas regresaron ayer entre aplausos de los trabajadores . «Dijeron que nos teníamos que ir. Cuando nos sacaron de la residencia estábamos rodeados de humo y cenizas. Fue un susto enorme y lo peor es cómo ha quedado la montaña», lamentó uno de los evacuados, Enrique Estornell, visiblemente emocionado.

Él es uno de los 25 usuarios que durante estos días han permanecido en casa de familiares. Su hija es, además, trabajadora del centro. «Casi todos se fueron llorando. Fue muy rápido y no dio tiempo a explicarles con detenimiento lo que estaba sucediendo», detalló.

Cuando comenzó el desalojo, el fuego aún estaba a cierta distancia, pero el aire ya comenzaba a ser irrespirable, con mucha ceniza en suspensión que podía agravar las enfermedades crónicas de algunos ancianos. Es el caso de Vicenta, que sufre asma. Admite que se sentía «muy sofocada» cuando fue trasladada por personal de Cruz Roja a otra residencia de Carlet.

En total, fue preciso trasladar a 75 residentes, muchos de ellos con problemas de movilidad, de ahí que se decidiera su evacuación hasta que el incendio estuviera controlado. Alrededor de medio centenar han permanecido en la residencia municipal de Carlet y el resto, junto a parientes próximos. La mayoría de los realojados ansiaban llegar a sus habitaciones para descansar después de tres días de incertidumbre. «Hemos estado bien, pero ya teníamos ganas de regresar», confesaba otra de las internas de la residencia. La dirección del centro ha agradecido el trato recibido y las facilidades para el traslado.

Según los trabajadores, «lo más duro fue tener que prepararlo todo con rapidez para que los residentes fueran trasladados sin peligro y en el mejor estado posible». La de ayer fue una jornada de reencuentros en la que no faltaron besos y abrazos a las puertas de la residencia.

A lo largo de la mañana, con el fuego ya controlado, se completó también el traslado de la treintena de pacientes evacuados del hospital. Estos internos estaban repartidos por diferentes centros sanitarios de Xàtiva, La Ribera y Valencia.

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