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Brigadas de la Generalitat luchan en la extinción del fuego declarado ayer en Vilafamés. :: siab
Valencia sufre uno de los peores inicios de verano con 4.000 hectáreas arrasadas

Valencia sufre uno de los peores inicios de verano con 4.000 hectáreas arrasadas

Otros dos fuegos se declaran en Vilafamés y Vallanca mientras sigue la investigación sobre las causas en el de Carcaixent

J. A. MARRAHÍALICIA TALAVERA

Martes, 21 de junio 2016, 00:00

Las casi 4.000 hectáreas arrasadas en los últimos incendios forestales convierten el inicio del verano en uno de los más devastadores de la historia reciente de la Comunitat. A los fuegos ya controlados de Bolbaite, Carcaixent, Terrateig y Benifairó de les Valls se sumaron ayer otros dos que se declararon, en pocas horas, en Vallanca, y en Vilafamés. Mientras, sigue la investigación para aclarar las causas del fuego de Carcaixent. Todo apunta a que la mano del hombre, ya sea por negligencia o de modo intencionado, está detrás del desastre medioambiental.

La oleada de fuegos se inició el miércoles por la tarde, con una quema de cañas en Bolbaite por parte de un joven de 19 años del municipio. Ese fuego se extendió por siete municipios y ha acabado devastando 1.600 hectáreas, según los últimos recuentos.

Ya el jueves por la tarde, muy cerca de los chalés de Montecampo de Carcaixent, arrancó el segundo incendio, el más grave. Avanzó por tres municipios próximos hasta arrasar 2.200 hectáreas de enorme valor paisajístico y medioambiental. Casi a la misma hora, un nuevo incendio destruyó 19 hectáreas de monte en Terrateig. El viernes de madrugada las llamas reaparecieron en Benifairó de les Valls para robar 25 hectáreas de pinada a sus montes.

Si analizamos los incendios forestales más graves acaecidos en la región desde 1991 es complicado encontrar un arranque de verano tan aciago. Hay que viajar hasta 1994. El año del devastador incendio de Millares, que se llevó por delante 25.000 hectáreas en julio, ya dejó un importante aviso un mes antes, cuando el fuego se cobró más de 5.200 hectáreas en calles.

Ya con el verano algo más avanzado se produjeron, en 2012, los dramáticos fuegos de Cortes de Pallás y Andilla, el primero el 28 de junio y el segundo justo un día después. Juntos arrasaron 50.000 hectáreas del interior de Valencia y Castellón.

Estos desastres y los fuegos declarados desde el jueves en la provincia tienen un denominador común: jornadas con fuertes rachas de poniente y un bajísimo grado de humedad del monte a causa de la escasez de lluvias. Estos dos elementos, en especial el del viento, marcan la diferencia entre un incendio que puede ser atajado a tiempo y los que escapan en cuestión de minutos al poder de los equipos de extinción. En estos casos las barreras para el fuego aparecen sencillamente donde no hay más combustible que quemar: campos bien cuidados limpios de maleza o zonas urbanizadas.

Dos nuevos incendios forestales volvieron ayer a movilizar a bomberos, brigadas y aeronaves de extinción, entre otros efectivos. El primero de ellos se declaró sobre la una de la tarde, en el municipio valenciano de Villanca, en la comarca del Rincón de Ademuz. Las llamas se declararon en la zona del Tamaral y acabaron arrasando unas 14 hectáreas. La emergencia activó equipos contra incendios de tres comunidades: la Comunitat, Castilla-La Mancha y Aragón. A las seis de la tarde ya estaba controlado.

Por un accidente

A las dos de la tarde, la amenaza del fuego se trasladó a la localidad castellonense de Vilafamés. Esta vez fue la fatalidad de un accidente de circulación que hizo arder el eje trasero de un camión justo en el momento en que el vehículo avanzaba por una carretera pegada al monte. Las llamas se propagaron hasta la vegetación de matorral y pinos.

Un dispositivo de más de 70 efectivos coordinados por el Consorcio Provincial de Bomberos de Castellón trabajaron en las tareas de extinción mientras helicópteros e hidroaviones realizaban descargas desde el aire. El fuego se dividió en dos flancos: uno avanzaba en dirección hacia la masa forestal y otro hacia una zona industrial donde hay una fábrica de palés de madera y otra de productos químicos. Los efectivos evitaron un desastre mayor. El incendio fue controlado a las 19 horas tras quemar unas cuatro hectáreas.

Mientras, la investigación de la Generalitat y la Guardia Civil sigue abierta en el fuego de Carcaixent. Descartada por completo la causa natural de los rayos, las sospechas sobre el origen, a poca distancia de chalés de la urbanización Montecampo, se sitúan en la acción humana. Según fuentes próximas a la investigación, el menor de 17 años que el sábado causó dos pequeños fuegos cerca del puesto de mando avanzado no parece guardar relación con el gran incendio forestal.

El incendio de Carcaixent se dio por controlado en la tarde del domingo. Sin embargo, bomberos y brigadas continúan trabajando para conseguir extinguirlo definitivamente. Durante toda la jornada de ayer se realizaron vuelos de supervisión e incluso, por la tarde, un hidroavión tuvo que realizar una descarga para apagar un rebrote.

El Ayuntamiento de Carcaixent sigue haciendo balance de los daños. A falta de visitar todas las zonas afectadas, parece ser que han sido solo una par de viviendas las que han sufrido los daños más graves al afectar el fuego también al interior. Sin embargo, los daños materiales en el exterior o en otros objetos muebles son múltiples.

«Estamos estudiando qué ayudas extraordinarias tenemos que pedir porque está claro que al afectar prácticamente el 95% del incendio al término de Carcaixent se nos concederán», explicó el alcalde de la localidad, Paco Salom. Auxilio a los afectados, pero también para regenerar el monte arrasado por las llamas. Según el edil, estas acciones se tienen que llevar a cabo «con premura» para evitar un desastre ecológico mayor. «Se necesitan medidas de protección, que se limpie la ceniza para evitar que cuando llueva se arrastre a zonas de agua o que se erosione más el terreno», exigió Salom.

Las negligencias relacionadas con el fuego se pagan muy caras. El Ayuntamiento de Dénia prevé sancionar a un vecino que el domingo causó un incendio por una imprudencia al realizar una quema sin permiso dentro de su parcela, en la zona de Marquesa VI, en el parque natural del Montgó. La multa a la que se enfrenta podría alcanzar los 3.000 euros. Además, deberá hacer frente al coste del operativo que se desplegó en la zona para sofocar el incendio, con una superficie arrasada de unos 150 metros cuadrados.

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