El invierno de la enseñanza concertada

El arreglo escolar, la planificación de aulas para el próximo curso, ejemplifica el cambio de rumbo. Se ha potenciado claramente la creación de unidades públicas (más de 400) en detrimento de las concertadas, que dejan de crecer pese a su demanda.

El tratamiento de la red le ha causado a Marzà el primer gran conflicto con la comunidad educativa. Este curso se ha conformado la Mesa por la Educación en Libertad, que agrupa a patronales concertadas y de escuelas infantiles y a representantes sindicales y de padres, entre otros sectores. También se han sumado las universidades CEU Cardenal Herrera y Católica San Vicente Mártir. En otras palabras, agrupa todos los niveles de la educación privada. Sin olvidar a otras organizaciones que, sin sumarse, también se han plantado ante las políticas del Consell, como sucede con el sindicato mayoritario Fsie o las asociaciones Salvem 0-3 o Acade Adeiv.

La Mesa considera que se ataca a la educación de iniciativa social con el recorte de aulas, que ha tenido especial incidencia en Infantil, la etapa de acceso al sistema, o que se ha limitado la libertad de elección con los cambios en la admisión. Sin olvidar la clara reducción de vacantes de tres años, el tratamiento en los planes de refuerzo o la denegación sistemática de conciertos pese a existir demanda e informes favorables. Educación alega que cumple la ley y que sólo se han eliminado clases que no llegan al mínimo de alumnos.

El enfrentamiento es claro. De ahí el «invierno educativo» del que habla la Mesa en contraposición con la Primavera Educativa del Consell, en la que la presencia de la red concertada fue anecdótica.