El Marenostrum denuncia ante la Guardia Civil el destrozo de su escenario principal

El barco del Marenostrum naufragó ayer y, siguiendo la estela del propio festival, se dio de bruces contra el suelo. Era, literalmente, el buque insignia de la gran cita. De hecho, se trataba de una gran proa decorativa de uno de los dos enormes escenarios donde estaba previsto que actuaran DJ's de música electrónica de primer orden, arropados por más de 20.000 personas.

Esta vez han sido unos gamberros los que han saboteado la plataforma, con un coste cercano a los 15.000 euros, que estaba siendo desmontada por los operarios durante estos días y que la empresa pretendía guardar, junto a otras infraestructuras, en una nave industrial. Los culpables tuvieron que esquivar los servicios de vigilancia que la compañía ha puesto en la ubicación. La firma ha presentado una denuncia ante la Guardia Civil.

Los artífices de la fechoría grabaron en un vídeo el acto vandálico, al que ha tenido acceso LAS PROVINCIAS. En el mismo, se puede ver como, mediante el uso de cuerdas y al grito de «barco va», los autores de la acción causan el desplome del navío, que se precipita contra el suelo, quedando totalmente destrozado, al estar formado en su gran mayoría por madera.

Por otro lado, ayer volvió a repetirse otro cruce de acusaciones entre la consellera de Obras Públicas, María José Salvador, y la organización del encuentro. La representante autonómica apuntó a que «el Festival Marenostrum se habría podido celebrar el fin de semana pasado, si la organización hubiese atendido la ubicación alternativa que le ofreció la Generalitat, en el aparcamiento de un centro comercial cercano». En este línea, Salvador señaló que «la empresa tendrá que asumir su responsabilidad por su irresponsabilidad» por vender entradas.

No obstante, desde la empresa «desmintieron totalmente» que, hasta recibir el documento de Obras Públicas, desde el gobierno autonómico se hubiese informado de la incompatibilidad de celebrar dicho encuentro en Els Peixets y que de hecho «otros documentos, como el emitido por el Ministerio de Medio Ambiente, señalaban lo contrario».