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J. B.
Martes, 29 de noviembre 2016, 23:46
El colegio 103 de Valencia abrió ayer sus puertas con relativa normalidad después de que el informe técnico de la conselleria estableciera que no había riesgo para los alumnos. Eso sí, alrededor de un 30% no acudió, según los datos facilitados por el Ampa, y tres de las aulas permanecieron cerradas por problemas con la instalación eléctrica, por lo que los niños fueron reubicados en otras clases. Fuentes de la conselleria explicaron a Europa Press que durante la jornada permaneció en las instalaciones un retén de técnicos de la empresa que se encarga del mantenimiento de los módulos para «garantizar en todo momento que el estado es correcto y tranquilizar a las familias».
Por la tarde, el Ampa mantuvo una reunión con la concejala de Educación, María Oliver, a la que le trasladaron la necesidad de acometer algunas mejoras, como por ejemplo, una solución para el vallado perimetral que garantice la intimidad y la seguridad de los niños. También se trató la petición de habilitar un espacio alternativo para los niños en caso de lluvia. El alcalde Ribó dijo horas antes que se está estudiando la idea. Hay que tener en cuenta que en un mes ya se habrá instalado la doble cubierta que debe acabar con las filtraciones en los barracones.
El resto de colegios afectados por las lluvias del domingo y del lunes también pudieron retomar ayer su rutina habitual.
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