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D. GUINDO/DELEGACIONES
Martes, 24 de enero 2017, 00:18
El histórico temporal de nieve, lluvia, viento y olas de hasta seis metros de altura que desde el martes pasado se ha registrado en la Comunitat ha originado daños en decenas de viviendas particulares, más de 20 torres de alta tensión, playas, paseos marítimos, mobiliario urbano, árboles, infraestructuras y edificios municipales, según las primeras estimaciones que maneja la Generalitat.
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Tras elaborar un informe provisional, el Consell ya cuenta con un primer parte de los problemas que han sufrido los 49 municipios valencianos más afectados, por lo que ha solicitado al Gobierno central la declaración de «zona afectada gravemente por emergencia de protección civil», que es la nueva denominación de la tradicionalmente conocida como «zona catastrófica», según anunció ayer el propio president Ximo Puig. Esta declaración, explicó, «es un instrumento legal que permitirá a muchos valencianos resarcirse de las pérdidas sufridas». «En la Comunitat hemos sufrido graves consecuencias como la regresión del litoral, destrozos en las playas y paseos o cortes de suministro eléctrico», añadió.
En esta línea, el citado informe provisional al que ha tenido acceso LAS PROVINCIAS, pone el acento en 9 localidades de las comarcas de Utiel-Requena y la Serranía, especialmente; 25 poblaciones alicantinas del Comtat, la Marina y l'Alcoià, y 15 municipios más de Castellón.
En el caso de Valencia detalla que la situación crítica se ha registrado especialmente en Requena y sus 25 aldeas, zona en la que se ha colapsado un gran número de postes de media y baja tensión. Una de esas averías dejó sin luz durante un día a unos 32.000 inmuebles del municipio y de Utiel. Todavía ayer, seguían sin suministro eléctrico 79 viviendas de aldeas, pedanías y urbanizaciones de la comarca. En el caso de Chera, apunta el documento, la gestión del desagüe del pantano del Buseo todavía no está resuelta (está ya prácticamente repleto), por lo que el deshielo puede originar una crecida del nivel. En Benagéber, la gran cantidad de pinos caídos está dificultando la apertura de la carretera que une esta población con Utiel, mientras que las playas más afectadas son la de los municipios de la Safor, el Saler, y Cullera.
Sobre este último municipio de la Ribera, el Ayuntamiento activó ayer un dispositivo especial para restablecer «cuanto antes» la normalidad en las zonas de la localidad afectadas por el temporal marítimo de los últimos días, sobre todo en la costa, «arrasada» por las olas y donde alguno de sus arenales ha desaparecido. «Algunas playas como la del Marenyet han sido literalmente engullidas», indicaron. La costa de Sueca también se ha visto gravemente dañada por el temporal.
En Tavernes de la Valldigna hay 20 casas afectadas en la playa de la Goleta, aunque no corren peligro de derrumbe, puesto que han sufrido destrozos en los jardines por los envites de las olas. La situación más grave se ha dado, de nuevo, con la desaparición del espigón.
En Gandia, el fuerte viento y el oleaje provocaron también daños cuantiosos, según informó el edil de Servicios Básicos, Miguel Ángel Picornell. En esta ocasión, la zona más perjudicada ha sido la playa Nord donde la arena ha invadido el paseo marítimo, y donde han quedado inutilizados los conductos de las duchas, columpios y papeleras, además de las pasarelas de la playa.
En Tavernes Blanques también se registraron derrumbes en viviendas, mientras que la playa de Puçol sufrió varios desperfectos.
En la provincia de Alicante destacan las filtraciones registradas en un pozo de agua potable de Cocentaina, el derrumbe de la muralla del castillo de Planes, lo que origina un riesgo para los vecinos del municipio, los daños en las playas de Dénia, Xàbia, Calp, Altea o Benissa, los 60 árboles caídos en Benidorm o la rotura de tuberías en Callosa d'En Sarrià. Además, en los municipios de Altea, l'Alfàs del Pi y La Nucia se restringió ayer el consumo de agua potable al haber superado los niveles de turbidez permitidos como consecuencia del temporal.
En Dénia, el intenso oleaje ha provocado cuantiosos daños materiales en las viviendas ubicadas en primera línea de costa. La zona de la playa de Les Deveses ha sido una de las más castigadas. Alrededor de una decena de casas de primera línea se vieron afectadas por las embestidas del mar que se comió los 15 o 20 metros de arena. Las olas sobrepasaron las viviendas y provocaron el derrumbe de sus terrazas.
En el municipio de Calp, en la playa de la Fossa quedaron destrozados algunos lavapiés y varias casetas de socorrismo. Estas, con un peso aproximado de 5.000 kilos se vieron desplazadas hasta 50 metros de su emplazamiento. Mientras que en la playa Arenal, las brigadas quedaron dañadas las escaleras de acceso a la playa.
En Xàbia, según explicó el alcalde, José Chulvi, la zona más afectada fue la de la Marina Española, donde algunos locales comerciales y restaurantes tuvieron que achicar, de su interior y sus terrazas, el agua del mar, así como la suciedad que arrastraba. Según el informe del Consell, se registró la caída de árboles y cableado, así como derrumbes y daños en la playa.
En Castellón, Almassora, Burriana y Nules han sufrido daños en viviendas particulares; mientras que en Almenara, Benicarló, Torreblanca, Vinaròs o Xilxes han desaparecido algunas playas. En esta provincia, reza el informe, se cayeron hasta 20 torres de alta tensión debido al temporal de nieve. Algunas de ellas soportan un peso de 4.000 kilos y se llegaron a doblar por el peso de la nieve acumulada.
Por ejemplo, cerca de 800 vecinos de un barrio del núcleo urbano de Benicàssim resultaron afectados por las inundaciones del último temporal de lluvia y viento, que arrasó también las playas del municipio, dejándolas según el Ayuntamiento, «en pésimas condiciones».
En relación a la planta viaria, 17 tramos de carreteras de la Comunitat permanecían ayer cortados como consecuencia del temporal. En concreto, la nieve, la intensa lluvia, algunos accidentes de tráfico, la rotura de ramas o el desprendimiento de rocas y tierra estaban detrás de que todavía estos viales permanecieran cerrados a la circulación. Por su parte, el ministro de Fomento, Íñigo de la Serna, visitará hoy la Comunitat para evaluar el alcance de los daños y reiteró que el Gobierno revisará los protocolos de actuación y su idoneidad para decidir «si en el futuro es necesario alguna modificación», en relación a las críticas vertidas por el monumental atasco sufrido en la A-3 o los cortes de suministro eléctrico en la comarca de Utiel-Requena.
Como balance, la Generalitat informó ayer que, desde el pasado miércoles, el teléfono 112 de Emergencias había recibido más de 5.000 llamadas por la ola de frío, con el mayor pico (2.267 llamadas) el jueves 19.
A nivel agrario, el pedrisco y las lluvias han originado daños en unas 4.000 hectáreas de cítricos y en 1.000 más de hortalizas en la Ribera, la Safor, la Marina y l'Horta, según indicaron desde la Unió de Llauradors.
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