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EFE
Martes, 28 de marzo 2017, 13:21
La consellera de Sanidad, Carmen Montón, confía en que Ribera Salud, que ayer recibió las normas de reversión de la concesión, sea una "empresa seria", actúe con "lealtad" hacia la Administración, esté a la "altura de las circunstancias" y entienda que el contrato "ha terminado y tiene que colaborar".
"Hemos empezado el principio del fin del modelo de privatización del Partido Popular", ha asegurado Montón a los medios antes de visitar las nuevas urgencias pediátricas del Hospital General de Valencia y ser preguntada por el documento remitido ayer a la UTE Ribera Salud.
Estas normas, según Montón, son un periodo de transición de la gestión privada a la pública directa que comenzará el próximo 1 de abril y donde la Conselleria "velará específicamente por que haya una buena calidad asistencial" hasta abril de 2018, fecha en la que se culminará esa reversión.
La consellera ha indicado que estas normas fueron anunciadas "con más tiempo del necesario" ya que se comunicó a la empresa con dieciocho meses de antelación, y ha señalado que los trabajadores "seguirán en sus puestos de trabajo" y los vecinos de las comarcas de la Ribera "tendrán la misma cartera de servicios".
"Estamos cumpliendo el compromiso que el president de la Generalitat y el pacto del Botánico suscribió al principio de legislatura", ha señalado.
Preguntada por cómo se materializará ese cambio de gestión, la consellera ha dicho que será "más estructural" ya que las normas de reversión hablan desde los sistemas informáticos a la verificación de las inversiones, las infraestructuras o las tecnologías.
En cuanto a los trabajadores, ha avanzado que en la mesa sectorial de Sanidad convocada para el próximo 6 de abril se "fijará la hoja de ruta para los trabajadores y se podrán adelantar las líneas principales".
Sanidad ha pedido a Ribera Salud datos sobre todas las áreas del departamento porque, según Montón, uno de los "principales problemas" que tiene el modelo de Alzira "es la opacidad de los datos, la falta de acceso de la Administración a la primera mano de la información de lo que pasa en un departamento entero de la sanidad valenciana".
"Hemos solicitado esos datos para ir pilotando esa transición, que es larga, será de una manera serena y la iremos haciendo durante un año, desde abril de 2017 a abril de 2018", ha indicado.
Según Montón, hasta ahora el régimen de concesión "imposibilita siquiera tomar ninguna decisión acerca del personal a la Administración" pero a partir de este sábado "esto cambia, tienen que consultar" y desde la Conselleria tendrán que dar "el visto bueno a cualquier decisión importante en la gestión de ese departamento que, en doce meses, volverá a la sanidad pública".
Preguntada por lo que va a ocurrir con el resto de hospitales de la Comunitat que tienen la misma gestión que el de Alzira, Montón ha indicado que ya desde el principio de legislatura el "compromiso" del Consell "era tener una gestión rigurosa de las concesiones" porque desde 2008 "no se habían producido las liquidaciones" de las mismas.
"Estamos en esa tarea de tener mayor control sobre las concesiones e ir finalizando los contratos, no prorrogando ese modelo de privatización del PP", ha dicho tras recordar que el primer contrato que finaliza es el de Alzira: "Y eso estamos haciendo" mientras que con el resto "seguiremos con el control riguroso de la gestión sanitaria".
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