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JOAQUÍN BATISTA
Miércoles, 19 de abril 2017, 00:22
El Gobierno aprobará en las próximas semanas un real decreto que recogerá las condiciones para que los alumnos de 4º de la ESO puedan conseguir su graduado escolar y pasar a Bachillerato o FP. En la práctica supone volver al sistema anterior a la entrada en vigor de la Lomce, permitiéndose la promoción con hasta dos asignaturas suspendidas, aunque se incorpora alguna novedad un poco más restrictiva.
Fuentes del Ministerio de Educación explicaron ayer que la normativa está a la espera de la valoración del Consejo Escolar del Estado, que se ha presentado ya a las comunidades y que entrará en vigor este mismo ejercicio ante la necesidad de cubrir el vacío normativo provocado por la eliminación de las pruebas finales, las conocidas reválidas de Secundaria. Aunque los centros ya podían intuir cómo se regularía la promoción tras esta supresión, el documento servirá para aclarar algunas dudas que podían persistir teniendo en cuenta que 4º de ESO se ha adaptado por primera vez a la Lomce este mismo ejercicio.
Con la reforma educativa del PP, en su concepción inicial, para conseguir el graduado escolar se exigía obtener una media en la ESO de cinco sobre diez -incluyendo hasta dos asignaturas suspendidas- y aprobar la prueba final común a todos los alumnos, la reválida, sumando al menos otros cinco puntos.
Tras las últimas elecciones generales y el pacto de investidura, el Gobierno anunció que dejaba sin efectos académicos estas pruebas -también la de Bachillerato- hasta que se alcanzara un pacto educativo y se transformara en otra ley. Ahora, el borrador de real decreto elaborado por el ministerio clarifica cómo proceder a la hora de pasar de curso sin reválidas de por medio hasta que se materialice el citado acuerdo. Lo harán los alumnos con hasta dos asignaturas suspendidas, siempre y cuando estas no sean, de manera simultánea, Lengua Castellana, Lengua Valenciana o Matemáticas. Es un sistema muy parecido al derivado de la LOE de 2006, con la diferencia de que esta ley no especificaba las materias en cuestión y también permitiría pasar de etapa con tres áreas de manera excepcional si el equipo docente consideraba que era positivo para el avance del estudiante. Esta salvedad ya no existe, según el borrador, de ahí el ligero endurecimiento de las condiciones.
Se da la situación de que esta posibilidad sí la permite la Lomce para pasar de curso, por ejemplo, de 3º a 4º de la ESO, siempre que entre las tres materias no superadas no coincidan Matemáticas, Lengua o Valenciano, se apliquen medidas de refuerzo o se considere que las áreas suspendidas no impiden al alumno proseguir con éxito sus estudios.
El borrador también supone otro cambio respecto a lo previsto inicialmente en la Lomce, y es que ya no recoge la exigencia previa de conseguir una media de cinco sobre diez en la ESO. Desde el ministerio confirmaron que de esta forma se mantiene el sistema lo más parecido posible al aplicado hasta ahora aunque manteniendo aspectos que emanan de la Lomce que siguen vigentes, como la especificación de materias.
El nuevo real decreto se ha considerado necesario y urgente aún teniendo en cuenta que desde el principio estaba previsto que la reválida de la ESO no tuviera efectos académicos este curso, y por tanto, los centros sabían que no computaría en la promoción. Sin embargo, al adaptarse 4º por primera vez y tras el cambio sobre las pruebas finales se ha optado por un documento que permita clarificar todos los aspectos. El futuro real decreto tendrá una vigencia indefinida y 'morirá' cuando se elabore un nuevo cuerpo normativo estatal sustentado en el pacto que ya avanza en el Congreso de los Diputados.
El borrador también regula cómo se consigue el título de Bachiller, y será necesario aprobar todas las asignaturas, como hasta ahora. Esto dará derecho a cursar estudios superiores, si bien en el caso de los universitarios los alumnos tendrán que presentarse a la prueba que sustituye a la Selectividad, que es similar en cuando a diseño y estructura.
Por último, hay que recordar que la prueba final de 4º de la ESO no desaparece como tal. Aunque no tenga reflejo académico, servirá como evaluación diagnóstica para medir el desempeño de los centros. Eso sí, sólo lo hará una muestra de escuelas seleccionadas por Educación.
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