Mónica Oltra denuncia comida caducada y maltrato en un centro de menores de Segorbe

La Conselleria de Igualdad ha procedido a trasladar a los 22 menores ingresados en el centro de La Resurrección de Segorbe después de que un informe de la inspección haya revelado varias irregularidades que ayer hizo públicas Mónica Oltra, vicepresidenta del Consell y consellera de Igualdad.

Según el informe, resaltó Oltra, se detectaron «indicios de maltrato» a los menores, a quienes se daba «poca comida y caducada» que tenían que ir a recoger a los supermercados, se les alojaba en instalaciones «obsoletas, cuando no peligrosas» como el cuarto de juegos junto a la caldera.

La inspección, reiteró Oltra, señala que hay indicios de «castigos físicos», duchas de agua fría en noches de invierno o dejarles sin comer durante horas, malos modos, faltas de respeto y abuso de poder. Además, ha desaparecido la «libreta de diario de las chicas» que, según ha explicado la consellera es «como la caja negra de los aviones» y en el que se recoge cualquier incidencia reseñable en el día a día del centro.

Pero no es el único centro donde se han detectado irregularidades. La Conselleria ha cerrado el centro de Monteolivete, de su propiedad, por el mal estado en el que se encuentra. Monteolivete era centro de recepción y ahora se ha trasladado a Buñol.

Por otro lado, puso el caso de Penyeta Roja de Castellón, que puntualizó que «funciona bien y hay un trato correcto y profesional», no obstante señaló que carece de autorización y los niños están siendo trasladados escalonadamente a familias de acogida.

En cuanto al centro de 'El Carmen' de Valencia tampoco se va a renovar el contrato que vence el 30 de junio, dado que se han encontrado «dos equipos educativos enfrentados» que «utilizaban a los niños como moneda de cambio, como un divorcio mal avenido» y además «incumplía las ratios de plantilla».

Oltra denunció la falta de control del anterior gobierno que dejó el sistema en manos privadas y sin fiscalización. Como ejemplo puso el caso de que en tres años tan sólo se hicieron seis inspecciones en los más de 80 centros existentes.

Nuevo modelo

Mónica Oltra aprovechó para anunciar el nuevo modelo de atención en centros de acogimiento infantil que contempla un refuerzo de equipos de atención del 61% con la contratación de 410 nuevos trabajadores, de diversos perfiles, entre los que se introducen mediadores interculturales, técnicos de igualdad de género y de ciclo formativo e integración social. Además, anunció que se reforzará también la plantilla de inspectores hasta cumplir los 20 que marca la ley. Hasta ahora, había siete, y denunció que con el anterior gobierno había una «recomendación no escrita de no visitar los centros».

El objetivo, recalcó la consellera, es la «desinstitucionalización» de los menores, es decir tratar de que en la medida de lo posible los niños estén con la familia. En este sentido explicó que el objetivo inicial es que ningún niño menor de 6 años esté en un centro. En esta línea, se reduce el número de plazas, de manera que los de centros recepción no podrán superar las 30 plazas y los de protección estarán limitados a 24. La inversión en este nuevo modelo ascenderá a 40,7 millones. La idea, explicó la vicepresidenta, es buscar que cada menor tenga un programa individualizado aunque viva en un centro con otros menores

Además, se contempla la obligatoriedad de que los menores realicen actividades externas, extraescolares, y abarca un plan de emancipación para estos jóvenes tutelados por la Generalitat que incluye: la exención de tasas educativas, se convierten colectivo prioritario para recibir ayudas, se les considera para la renta de inclusión, y los pliegues de contratación da puntos a las empresas que contraten a extutelados por la Generalitat.