El asesino de Vinaròs había sido denunciado dos veces por maltrato por su exnovia

El entorno familiar de la última víctima del terrorismo machista sí conocía el infierno en el que estaba sumida la víctima. Pero una vez más los mecanismos de prevención y alerta fallaron. El crimen demuestra que si la coordinación es a menudo muy mejorable entre las administraciones de un mismo país, la comunicación y trabajo en común entre naciones europeas por la lucha contra el maltrato son más que deficientes. Los violentos antecedentes en Alemania eran plenamente desconocidos en la Comunitat, hasta tal punto que el Tribunal Superior y la Delegación del Gobierno negaron que existieran precedentes de malos tratos.

«La intentó estrangular, la amenazaba, era terror lo que sentía por él», reitera Silvia en informaciones publicadas por el periódico alemán Bild. Así lo habría confesado a vecinos de Vinaròs la destrozada progenitora. El mismo dolor que muestra Reiner H., de 59 años, el padrastro de Katharina, por no haberla podido proteger. Él estaba con su esposa en Benicarló y fue quien recibió la desesperada llamada de la hermana de Katharina hacia las siete de la mañana del viernes. Estaba escuchando tiros en el chalé contiguo al que ocupaban ella, su marido y su pequeño de un año, el sobrino de la fallecida.

«La trajimos a España para que estuviera segura, cómo íbamos a imaginar que el asesino iba a llegar hasta aquí», es el lamento estos días del hombre a conocidos y amigos en el municipio de Benicarló.

Marcel, que en su último y cobarde gesto se quitó la vida de un disparo al rodearlo la Guardia Civil en el chalé de Vienròs, se dedicaba a la instalación de tejados en su Alemania natal. Katharina, con formación en ingeniería, estaba actualmente en paro. Hacía tres meses que se había separado de su ex novio, aunque no pudo escapar al violento destino que su verdugo le tenía reservado.

La relación con Katharina no era la primera del asesino. Marcel había estado casado y tenía dos hijos, aunque estaba también separado de esa primera relación. Como ya publicó LAS PROVINCIAS, el homicida era un amante de las motos. Pertenecía al club MC Kosien, con origen en Alemania y rivales de los violentos Ángeles del Infierno. Los dos grupos han protagonizado alguna vez peleas o actos violentos que han acabado con sentencias de prisión para alguno de sus miembros. Otro ingrediente en la agresiva personalidad del asesino Marcel.

Los padres de Marcel tampoco salen de su asombro sobre los hechos protagonizados por su hijo. En Alemania han confesado a sus allegados estar destrozados. «No me podía imaginar que mi hijo podía hacer esto», habría dicho su madre, según información publicada por el periódico alemán 'Bild'.

La mujer dijo tener «buena relación» con la exmujer de Marcel y con sus dos nietos. Sin embargo, en el relato que hace a conocidos en Alemania, llama la atención un hecho inaudito: «No conocía a Katharina». A pesar de llevar tiempo de relación, la madre jamás se había relacionado con la joven, un dato que refuerza el hecho de que su verdugo machista la tenía encerrada y sumida en una dolorosa oscuridad.