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L. G.
VALENCIA.
Miércoles, 6 de junio 2018, 23:56
El cáncer, la precariedad económica y la soledad del enfermo cada vez con más frecuencia se dan la mano en la Comunitat. Son algunas de las conclusiones a las que ha llegado la Asociación Española Contra el Cáncer a través del estudio psicosocial 'Las caras del cáncer en la Comunitat Valenciana' que presentó ayer con motivo de la celebración hoy de su 61 cuestación anual contra esta enfermedad.
El documento revela que las personas que padecen cáncer y se encuentran en situación económica precaria han crecido en la Comunitat un 46 % en la última década. Los principales problemas psicosociales a los que se enfrentan los valencianos enfermos de cáncer, destaca junto a la precariedad económica, la soledad.
La presencia de la enfermedad y la soledad también está siendo cada vez más frecuente. Así lo recoge el trabajo al señalar que en la última década se ha incrementado la coincidencia de ambas circunstancias.
El análisis de la AECC Valencia lo presentaron ayer el presidente y el vicepresidente de la asociación, Tomás Trenor y el doctor Antonio Llombart, respectivamente.
La AECC ha detectado un mayor número de valencianos «desempleados o con una renta que no supera el salario mínimo» a los que un diagnóstico de cáncer aboca a una situación de vulnerabilidad. Calculan que cada año en la Comunitat se producen 1.600 diagnósticos de cáncer en esta situación económica, circunstancia que no ha dejado de crecer desde 2007. Estas situaciones se convierten en factor psicológico que afecta al estado de salud del enfermo.
Cuando se trata de mujeres, que representan el 51,6 % de los diagnósticos en entornos económicos precarios frente al 48,3 % que aglutina a los hombres, la situación «se agrava. Aquí está no solo la carga financiera y económica, también la familiar», expuso Llombart.
La radiografía detalla que otros 1.140 nuevos diagnósticos anuales de cáncer se dan en personas que son trabajadores por cuenta propia -autónomos-, por lo que la enfermedad afectará directamente a sus ingresos. En estos caso, el perfil es en su mayoría masculino. Ante la soledad detectada entre enfermos de cáncer en la última década, Llombart explicó que se produce no sólo en los casos en los que un enfermo vive solo, sino entre quienes no se sienten acompañados ante su dolencia.
Este retrato responde a pacientes de edad avanzada o a enfermos de larga supervivencia. Son casi 4.600 las personas que en la Comunitat conviven con la patología y la soledad. En los últimos 10 años este dato se ha visto incrementado un 17% ofreciendo el perfil de varón que ya ha superado los 75 años.
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