Familiares de la fallecida en Alfafar, sin el cuerpo diez días después: «El mayor dolor es no poder enterrarla»

Un dolor que no acaba de atenuarse y que va cambiando por diferentes circunstancias. Un auténtico torbellino de emociones negativas. La familia de María Antonia Gavilán, de Alfafar, continúa sin poder descansar de la pesadilla que llevan viviendo desde el pasado 20 de mayo.

Ese día, la mujer, de 72 años, salió de su domicilio por voluntad propia y desapareció, generó una búsqueda de vecinos y amigos que no se concretó de manera trágica hasta el 4 de junio, cuando dos trabajadores de Iberdrola encontraron su cuerpo.

Pero la pesadilla de la familia sigue sin detenerse pese a ese trágico final. Cuando parecía que podrían iniciar el duelo para despedir a María Antonia, ahora, la tardanza en la realización de un examen de ADN, según han explicado sus allegados, ha provocado que aún no hayan podido darle sepultura como sería su deseo.

«No entendemos cómo en pleno siglo XXI, aquí en Valencia, carecemos de recursos para poder hacer una simple prueba de ADN. O esa es la única información que nos dan», han apuntado miembros de la familia.

«El mayor dolor es no poder enterrarla. Así no podemos descansar», han apuntado sus familiares.

«Desde que nos dijeron que le iban a hacer estás pruebas aún no sabemos nada. ¿Ustedes creen que esto es lícito?, ¿hacer padecer a una familia como no los están haciendo? Lo único que queremos es recuperar el cadáver y poder enterrarla. Que descanse ella y descansemos nosotros», se han lamentado.

«Hablamos desde el sentimiento más profundo y desde el respeto. Necesitamos que el proceso se agilice para que por fin podamos descansar», han finalizado.

Por su parte, fuentes de la Conselleria de Justicia han señalado, a preguntas de LAS PROVINCIAS, que el Instituto de Medicina Legal está a la espera de que le llegue la notificación judicial para poder entregar el cuerpo a la familia.

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