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ISABEL DOMINGO
VALENCIA.
Lunes, 22 de enero 2018, 00:20
Llegó el día. A media mañana llegaba el primer tren AVE llegue a la estación de Castellón procedente de Madrid y con parada intermedia en Valencia. A bordo, entre otros, el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, y el ministro de Fomento, Íñigo de la Serna, en un viaje que pretende reflejar el compromiso del Ejecutivo central con el corredor mediterráneo tras años de promesas incumplidas.
Porque la llegada de la alta velocidad a la capital de la Plana supondrá también la puesta en marcha del primer tramo del corredor -en el formato del tercer carril (o hilo)- en la Comunitat. Un hecho que tendría que haberse producido en diciembre de 2015, la primera fecha fijada por Fomento para su entrada en servicio. Eso en el caso del tercer carril porque el AVE se espera desde hace más de una década.
En concreto, fue en 2001 cuando se anunció la tramitación ambiental del proyecto y se puso como fecha de inauguración el año 2007. Una promesa que apenas dos años más tarde ya se retrasaba al 2010. Sin embargo, ese año tampoco se vieron trenes de alta velocidad entre Madrid-Valencia-Castellón, ya que fue cuando el ministerio autorizó los contratos de construcción.
Pero llegó la crisis económica y con ella los recortes, lo que en el caso del AVE se tradujo en rescisiones de contratos y en la presentación del proyecto del tercer carril como alternativa al corredor mediterráneo (la doble plataforma diferenciada para trenes de pasajeros y de mercancías en ancho internacional).
Era una solución más económica para la conexión ferroviaria con Europa que ha estado salpicada de retrasos en las obras, alguna paralización por falta de suministros en los desvíos y afecciones al servicio de Cercanías de la C-6 entre Valencia y Castellón. Tras casi un año en pruebas, se anunciaba su entrada en funcionamiento. Lo hacía De la Serna, quien hasta ahora se había mostrado reacio a poner una fecha en el calendario como hicieron sus antecesores (Ana Pastor fijó hasta tres mientras que Rafael Catalá, una).
La inauguración del tercer carril y del AVE Madrid-Castellón, que tendrá dos frecuencias diarias por sentido, llega con críticas desde el Consell y desde la Plataforma en Defensa del Ferrocarril. Estos, además, han convocado hoy una protesta en Castellón para «defender las inversiones en el ferrocarril convencional, criticar que se llame AVE a un tren que tarda seis minutos más que el actual y que no cuenta con el sistema de seguridad ERTMS», explicó su portavoz, Juan Ramón Ferrandis.
La plataforma también alertó de la reducción del servicio de Cercanías cuando se arranquen los trabajos del tercer carril en la vía que ha quedado pendiente (lado mar hasta Sagunto y lado montaña hasta Castellón). Según los anuncios del ministerio, la previsión es que comiencen al entrar en servicio la primera fase, algo que sucederá hoy. La implantación del segundo tercer carril permitirá descongestionar un tramo saturado y dar mayor capacidad de gestión para el paso de trenes de mercancías y viajeros hasta que se ejecute la doble plataforma de alta velocidad entre Valencia y Castellón, actualmente en estudio.
Porque el AVE no será tal, es decir, no circulará a 300-350 km/h en todo el trayecto. Sólo lo hará entre Valencia y Madrid al emplear el trazado del AVE, mientras que entre el cap i casal y Castellón irá por el tercer carril a 160 km/h o 220 km/h, según alertaron desde la campaña #QuieroCorredor de la Asociación Valenciana de Empresarios.
En la misma línea se ha manifestado el secretario autonómico de Obras Públicas, Josep Vicent Boira, quien criticó que los nuevos servicios ferroviarios sólo supondrán un ahorro de tiempo «de 11 minutos, y además el trayecto de Valencia-Castellón será mes lento que en el Euromed».
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