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LAURA GARCÉS
Valencia
Domingo, 10 de diciembre 2017, 20:36
El número de facultativos que llegarán a la edad de jubilación a lo largo de cinco años en el ámbito del Colegio de Médicos de Valencia duplicará al de los que se incorporen a la profesión en ese mismo periodo, según se desprende de los datos que facilita la institución colegial. Es el reflejo de una sociedad envejecida sobre la evolución de una profesión que a finales de los años 70 ofreció muchos activos a quienes ahora, pasado el tiempo, les va llegando el momento de dejar de trabajar.
En el próximo lustro se prevé que cerca de 3.000 facultativos, concretamente 2.828, vayan llegando al momento de retirarse de la actividad laboral, mientras que conforme a los registros que ahora maneja el colegio, la proyección de incorporaciones a lo largo de los próximos cinco años sumará 1.500, en tanto que son «unos 300 -saldo de altas y bajas- los que en cada ejercicio marcan el crecimiento de los colegiados». La relación descubre una diferencia de la mitad. El doctor Pedro J. Ibor, vicepresidente del Colegio de Médicos de Valencia, da a conocer estos datos y afirma que «no vamos a cubrir» los puestos.
El escenario que describe Ibor descubre una realidad que preocupa a la institución profesional hasta el punto de hacer hincapié en la consideración de que el modelo «se tiene que reconducir». Tres factores son los que a su juicio hay que atender a la hora de analizar por qué se camina hacia donde apunta el vicepresidente del colegio y encontrar la salida de la encrucijada.
La primera, ya señalada, es el número de jubilaciones. La segunda la describe una circunstancia demográfica como es el aumento de la esperanza de vida y la tercera, el hecho de que las enfermedades crónicas van ganando espacio en el ámbito sanitario. Las dos últimas, que viajan de la mano, pueden conducir a «un aumento de la demanda asistencial» y así mayor necesidad de facultativos.
El Colegio de Médicos no se limita a describir una situación que preocupa y sobre la que quiere llamar la atención de la Administración al mismo tiempo que alertar a la sociedad, también apunta medidas que entiende deben aplicarse para dar respuesta a lo que el vicepresidente de los médicos de la provincia define como «un cambio de ciclo».
Las apuestas que plantean no se circunscriben al ámbito profesional, también refieren cuestiones del territorio laboral. Pedro J. Ibor advierte de que abogan por aumentar el número de plazas de especialización MIR, mejorar las condiciones laborales de los facultativos y prorrogar la edad de jubilación mientras los profesionales se encuentren en óptimas condiciones.
La mejora de las condiciones de trabajo podría evitar la salida de médicos jóvenes que tras un periodo de formación de 12 años optan por otros países para trabajar. A esta realidad la acompaña una cifra que viene a representar en torno «al 12% del crecimiento del colegio», porcentaje que Ibor aclara que ya está restado al calcular las 300 incorporaciones anuales. Este año el colegio de Valencia ha expedido 41 certificados de buena praxis a profesionales que lo solicitan para ejercer la medicina en otros países. Las cifras de los últimos años son: 39 en 2016; 28 en 2015; 40 en 2014; 46 un año antes; 36 en 2012; 29 el año precedente y 8 al estrenarse la década.
A la voz del colegio se une la de Andrés Cánovas, secretario general del sindicato médico CESM, formación que siempre ha defendido la retirada de la jubilación forzosa facilitando la prórroga de la edad laboral para los facultativos. En sus declaraciones también refiere el «envejecimiento de la profesión» y recuerda que ya hoy el paro médico «prácticamente no existe. Hablamos de un 0,7%, pero en algunas especialidades es negativo».
El representante sindical no deja de mencionar el interés que en algunos despierta desplazarse a otro país para trabajar impulsados por mejores salarios. No obstante el secretario general de CESM ofrece una muestra de optimismo, pues considera que la Comunitat Valenciana es un destino «atractivo para los profesionales» y ello, a su juicio puede traer consigo el acercamiento de profesionales de otras Comunidades Autónomas que puedan compensar la menor entrada de nuevos médicos en Valencia.
No es la primera vez que el Colegio de Médicos muestra su inquietud por este asunto. En febrero de 2008 la institución alertó de que faltaban facultativos y lo peor estaba por venir. Redactó un informe, con proyección hasta 2028, en el que afirmaba que para ese año la carencia de profesional sería mayor. Ya entonces urgían a adoptar medidas para afrontar una situación que preveía mayor demanda asistencial por el envejecimiento de la población. Pronto se cumplirán 10 años de la presentación de aquel estudio.
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