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MIKEL LABASTIDA
Sábado, 28 de junio 2014, 00:13
A las cinco de la madrugada tenía previsto Zubin Mehta coger un avión dirección a Israel. Dejaba así atrás Valencia, tierra a la que ha estado vinculado durante los últimos nueve años gracias a su labor como director musical en el Palau de les Arts. A las 17 horas (una hora antes de lo previsto) el maestro había finalizado en el auditorio la grabación de 'Turandot'. Y en ese momento comenzaron las despedidas. Besos, abrazos y algunas lágrimas entre los profesionales que en este tiempo han trabajado con el músico. Y una visita inesperada, la de la consellera de Cultura, María José Català, que quiso personarse en el coliseo a media tarde para agradecerle su labor y su dedicación. Se producía un encuentro ansiado después de que en las últimas semanas se haya apuntado a la distancia entre la Conselleria de Cultura y Les Arts como razón de la marcha de Mehta.
Aunque lo cierto es que por la mañana Mehta se había encargado de aclarar que el principal culpable de su salida era el Ministerio de Cultura, al que volvió a recriminar el distinto trato hacia el espacio valenciano en comparación con el Liceo o el Real. «Es un escándalo que el Liceo reciba nueve millones y Valencia 400.000 euros. No deberíamos ser tratados como ciudadanos de segunda», afirmó visiblemente enfadado. «He llegado a pensar que quizá Valencia debería pedir la independencia y así recibiríamos más dinero de Madrid. Lo digo en broma, por supuesto, no tengo intención de iniciar ningún movimiento político», aclaro. «Veremos qué pasa después del 9 de noviembre en Cataluña», apostilló, en relación a la fecha señalada para la consulta soberanista.
«Pido que dejen trabajar a la gente en este Palau, que luchen por él para que no se convierta en un teatro de provincias», alertó. La consellera Català (en la rueda de prensa posterior al pleno del Consell y horas antes de visitar al maestro) agradeció la reivindicación y coincidió en la queja de que hubiese tanta diferencia de Valencia con «el Teatro Real que recibe 8,7 millones o la Maestranza, con 1,4 millones». «Son recintos que están al mismo nivel operístico. No creo que esté justificada la aportación dispar», señaló.
Respuesta del Ministerio
Ambos, Mehta y Català, fueron contestados desde el departamento que dirige Wert. «La principal diferencia entre Les Arts y el Teatro Real, el Liceo o el Teatro de la Maestranza de Sevilla es la pertenencia del INAEM (Instituto Nacional de las Artes Escénicas y de la Música) a los órganos de gobierno de esas entidades desde su constitución», aclararon. «A partir de 2013, la gran mayoría de las subvenciones nominativas se han reconducido al régimen de concurrencia competitiva, con la excepción de las entidades en cuyos órganos de gobierno participa el INAEM. A pesar de ello el Palau de les Arts ha mantenido una transferencia nominativa en el presupuesto del Instituto, en reconocimiento a su relevancia en el ámbito operístico nacional e internacional». ¿Y por qué el Ministerio de Cultura no forma parte del patronato del coliseo valenciano? Ni el Ministerio ni nadie en la Conselleria sabe o contesta.
Más allá de dimes y diretes, de culpables y de víctimas, en su último día el músico indio fue recibido en el Teatre Martín i Soler para ofrecer una rueda de prensa con una enorme fotografía suya en la que rezaba «Gracias Mehta». Él también tuvo palabras de agradecimiento. Para Maazel. «Los dos construimos esta orquesta, una de las mejores de Europa». Y para la intendente Helga Schmidt. «Siempre ha asegurado un nivel altísimo, si he estado en Valencia ha sido por eso». Y para el público que lo aplaudió en las últimas funciones del Festival del Mediterráneo. «Me hicieron plantearme mi decisión, pero ya estaba tomada».
Mehta, que se reconoció frustrado, no cierra la puerta a un regreso ocasional. «En la temporada que viene no vendré porque tengo mi agenda ocupada. A partir de 2016 deberíamos ver, pero sólo si las condiciones mejoran», afirmó el director, que reveló que el día de antes se había reunido con Fabra para pedirle que no desatienda al Palau y que no disminuya de nuevo su presupuesto. «Me prometió que no habrá más recortes. Entiendo que el Gobierno valenciano no está atravesando un buen momento financiero», admitió.
Desmintió los rumores que apuntaban que se va porque le iban a reducir el salario. «Eso ya pasó hace tres años. No es el motivo», zanjó. Respecto a la posible falta de atención por parte de la consellera de Cultura y su equipo fue comedido. «Mi relación ha sido cordial, aunque no he hablado demasiado con ellos. Mi interlocutora siempre ha sido Helga». ¿Y le hubiese gustado un contacto más cercano y directo? «Sí».
Una última reivindicación antes de irse. Esta vez para la orquesta. «12 músicos me han pedido que les escriba cartas de recomendación para irse a trabajar a otros sitios. No tienen garantías de que vayan a mantener su trabajo ni la calidad. Empezamos con 96 profesionales y ahora quedan 57», añadió.
Así se escribía la página final de uno de los principales referentes con el que ha contado Les Arts desde su creación. Se fue Maazel. No volvió. Ahora se va Mehta. Y no parece que en Les Arts vayan a verle de nuevo pronto.
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